El decreto 662/2024, recientemente publicado, trae consigo modificaciones que han generado gran preocupación en el ámbito cinematográfico argentino. En diálogo con Radio Up 95.5, Sergio Acosta, presidente del Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (IAAviM), analizó el impacto de estas nuevas regulaciones en el cine nacional, destacando la eliminación de la cuota de pantalla y la limitación del fomento a la industria audiovisual.
“Este decreto del Presidente Milei elimina la cuota de pantalla, que garantizaba un espacio para el cine nacional en las grandes cadenas de distribución”, explicó Acosta.
La cuota de pantalla era una herramienta crucial para asegurar que las películas argentinas tuvieran presencia en las salas de cine, frente a la competencia de producciones extranjeras más rentables. “Lo que permitía la cuota de pantalla era que se viera el cine nacional, no como una imposición de pasar todas las películas, sino un porcentaje del total”, añadió.
Además, el decreto establece un tope del 20% al fomento de la producción cinematográfica en Argentina. Sin embargo, Acosta señaló que aún no está claro cómo se aplicará este límite.
“No hay un plan ni un concurso específico, lo que indica que este año no habrá ningún tipo de fomento del INCAA. Posiblemente lancen convocatorias, pero no sabemos en qué tono, qué montos y a quién se dirigirán”, comentó Acosta.
Esta incertidumbre afecta particularmente a regiones como Misiones, donde la descentralización de la producción es una lucha constante.
En términos de financiamiento, Acosta describió cómo históricamente se distribuían los costos de producción de una película: “Del total, el 50% provenía de la Nación, el 40% del ámbito privado y el 10% de la provincia. Pero con este nuevo tope, esa dinámica cambiará drásticamente”. Esta reducción en el apoyo financiero nacional pone en riesgo la viabilidad de muchos proyectos cinematográficos, especialmente los de regiones fuera de Buenos Aires.
Acosta también criticó la eliminación de la cuota de pantalla, argumentando que, aunque no se cumplía rigurosamente, su existencia era un marco para negociar con los exhibidores.
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“La cuota de pantalla no funcionaba perfectamente, pero era una norma que nos permitía pelear con las salas de cine. Sin ella, las películas argentinas serán aún más desplazadas por producciones extranjeras”, dijo.
“El cine nacional ofrece una diversidad cultural que es crucial para nuestra identidad, y eliminar esta cuota es una decisión política que no tiene que ver con números, sino con una visión editorial del gobierno actual”.
Por otro lado, indicó que “la eliminación de la cuota de pantalla y la desregulación del fomento a la industria cinematográfica han sido vistas como un golpe a la cultura y a la economía del sector audiovisual argentino”.
“Políticamente, es una batalla perdida», lamentó Acosta. “La cuota de pantalla no solo era una medida de apoyo económico, sino una cuestión de derechos. El público tiene derecho a ver cine argentino en las salas y no solo producciones norteamericanas”.
En respuesta a estos cambios, Acosta adelantó que Misiones está buscando nuevas herramientas de financiamiento, incluyendo la captación de inversiones extranjeras.
“Estamos trabajando en convenios y nuevas leyes para ampliar nuestras posibilidades sin depender exclusivamente de los fondos públicos provinciales”, explicó.
“Es fundamental que sigamos luchando por nuestro cine y nuestras historias”, finalizó Acosta.