En el marco de una entrevista con la licenciada en nutrición Florencia Córdoba, se abordaron diversos aspectos relacionados con la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable y sus implicancias en los hábitos alimenticios de la población argentina. La normativa, vigente desde 2021, incluye el etiquetado frontal como uno de sus pilares fundamentales, una herramienta destinada a informar de manera clara y precisa sobre el contenido nutricional de los alimentos ultraprocesados.
Según explicó en diálogo con Bryan Villalba y Carolina Kelm, en el programa “RX- Realidad Mixta” de Radio Up 95.5 la licenciada Córdoba, “la ley nace de una demanda de la sociedad civil y colectivos profesionales para conocer qué tienen nuestros alimentos”. Los octógonos negros en los envases advierten sobre el exceso de nutrientes críticos, como azúcares, sodio y grasas. Estos elementos, cuando son consumidos en exceso, pueden derivar en enfermedades como diabetes, problemas renales y cardiovasculares.
A dos años de su implementación, Córdoba señaló que el impacto de la ley ha sido más notorio en determinados sectores de la población. “He visto repercusiones positivas en personas con patologías específicas, como colesterol o triglicéridos altos, y en quienes deben cuidar su alimentación por riesgo de enfermedades cardiovasculares”, destacó. Además, mencionó que las familias han comenzado a tomar decisiones más informadas al elegir productos para niños, evitando opciones que, aunque aparentan ser saludables, contienen altos niveles de nutrientes críticos.
Sin embargo, también hizo hincapié en el desafío educativo que supone la interpretación del etiquetado. “Los estudios muestran que las personas miran más los octógonos, pero todavía hay quienes caen en el marketing engañoso de productos que parecen sanos por su envase o porque dicen ser ‘light’”, comentó.
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El derecho a la información
Para la nutricionista, el principal logro de la ley es haber puesto la información al alcance de la ciudadanía. “El primer paso es conocer. Cada familia decide qué hacer con esa información, pero sin ella no se pueden tomar decisiones reales”, concluyó.
En un contexto donde las elecciones alimentarias impactan directamente en la salud, la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable y sus herramientas, como el etiquetado frontal, se posicionan como aliados clave para fomentar hábitos más conscientes y responsables.