La disputa entre Mauro Icardi y Wanda Nara ha tomado un rumbo cada vez más oscuro, con episodios de tensión que exponen el sufrimiento de quienes menos deberían estar involucradas en este conflicto: sus hijas, Francesca e Isabella.
Lo que comenzó como un intento del futbolista por reencontrarse con ellas terminó en una escena caótica, con gritos, llanto, forcejeos y la intervención de la Policía de la Ciudad en el exclusivo edificio Chateau Libertador.
La noche del viernes, Icardi llegó a la residencia de Nara luego de que la Justicia le otorgara la posibilidad de ver a sus hijas. Sin embargo, la situación escaló rápidamente. Según trascendió en el programa LAM (América TV), el futbolista se negó a llevarse a las niñas al ver que estaban acompañadas por sus mascotas, argumentando que en su casa en Nordelta no había condiciones de seguridad para los animales. «No, las mascotas no», habría dicho Icardi, lo que desencadenó el primer momento de angustia para las pequeñas.
Las niñas, visiblemente afectadas, terminaron refugiándose en el departamento de su madre y negándose a bajar nuevamente. Fue entonces cuando Icardi ingresó al edificio sin autorización, lo que desató un altercado con Wanda Nara y su equipo de empleados. Testigos relataron que el futbolista empujó a las empleadas y a su exesposa, además de revolear a los animales en su intento de forzar la salida de sus hijas del departamento.
Pero el episodio más alarmante llegó cuando las menores, en medio de un ataque de llanto, le pidieron ayuda a la policía que se encontraba en el lugar. «No nos queremos ir con él», habrían expresado con desesperación, dejando en evidencia la carga emocional que llevan sobre sus espaldas en medio de una batalla judicial entre sus padres.
Ante la gravedad de la situación, el SAME intervino para brindar asistencia psicológica a las niñas, quienes quedaron en un estado de crisis emocional. En tanto, Icardi se retiró del edificio sin ellas, sin lograr el reencuentro que la Justicia había autorizado.
La imputación a Icardi y las consecuencias legales
El incidente tuvo repercusiones inmediatas en la situación legal del futbolista. Según informó el periodista Mauro Szeta, Icardi quedó imputado por hostigamiento agravado y la fiscalía evalúa la posibilidad de dictar una prohibición de contacto con sus hijas. Además, se investiga si incurrió en el delito de violación de domicilio al ingresar sin permiso al departamento de Nara.
El escenario judicial se complica aún más para el delantero del Galatasaray, especialmente después de la renuncia en bloque de su equipo legal. Las abogadas Elba Marcovecchio, Lara Piro y Guadalupe Guerrero decidieron dar un paso al costado tras el escándalo del viernes, citando “diferencias irreconciliables” con su cliente. De acuerdo con el periodista Ángel de Brito, Icardi ya se encuentra en la búsqueda de nuevos abogados para encarar su defensa.
Mientras tanto, la Justicia ha citado a Wanda Nara para declarar en los próximos días, lo que podría sumar más detalles a la causa y definir el futuro legal de Icardi.
El impacto en las niñas: las grandes víctimas de esta guerra mediática y judicial
En medio de denuncias cruzadas, escándalos mediáticos y disputas legales, el drama más preocupante sigue siendo el de Francesca e Isabella. Dos niñas que deberían estar protegidas de la vorágine de conflictos entre sus padres, pero que, en cambio, se encuentran en el centro de una tormenta emocional que las expone a situaciones de extrema angustia.
El llanto desconsolado, el pedido de ayuda a la policía y la necesidad de asistencia psicológica tras la escena en el Chateau Libertador son señales claras de que la disputa ha superado los límites de lo tolerable. Más allá de los problemas personales entre Icardi y Nara, la prioridad debería ser el bienestar de sus hijas, quienes no deberían ser testigos ni protagonistas de este enfrentamiento.
La Justicia ahora tiene la difícil tarea de equilibrar los derechos parentales con la protección de las menores. Mientras tanto, Francesca e Isabella siguen atrapadas en una batalla que no pidieron y que, tristemente, las está marcando emocionalmente.