El economista jefe del IERAL para la región NEA, Gerardo Alonso Schwarz, dialogó con Radio Up y analizó las implicancias del nuevo paquete arancelario impulsado por Estados Unidos y cómo este escenario de tensión comercial podría afectar —y eventualmente beneficiar— a la Argentina.
“Esto tiene muchas lecturas por varias líneas de efectos y consecuencias”, señaló Alonso Schwarz al referirse a la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de aplicar nuevos aranceles a las importaciones, con la excepción de Canadá y México. Según detalló, en el caso de China, “ya tenía tarifas del 20%, ahora se le suma un 34% adicional”, elevando el gravamen al 54% sobre productos chinos que ingresan a EE. UU.
La medida ya tuvo efectos concretos: “El viernes entraron en vigencia las tarifas del 10%, que son las mínimas y son aplicables para casi toda Latinoamérica y para Argentina en particular también. Esta semana entrarían en vigencia las otras tarifas para el resto del mundo, que son más altas”.
Esta situación desencadenó una caída generalizada de bolsas en todo el mundo, especialmente en el sudeste asiático. “Países como Vietnam, Laos y Camboya ahora tienen tarifas de aproximadamente el 50% adicionales a las que ya existían. Por lo tanto, se van a ver muy fuertemente afectados en sus ventas a Estados Unidos”, explicó el economista.
Además, Schwarz anticipó que “la cotización del oro va a seguir creciendo en los próximos días”, debido al típico comportamiento de refugio en activos de mayor calidad en escenarios de alta incertidumbre. Al mismo tiempo, “más de 50 países se comunicaron con las autoridades de EE.UU. para negociar tarifas”, lo que demuestra el alcance global de la medida.
En este sentido, señaló que “Trump primero patea la mesa para generar una situación incómoda desde la cual negociar en mejores condiciones. No creo que el objetivo final sea que estas tarifas se apliquen a todo el mundo como fueron anunciadas”. Para Alonso Schwarz, lo que se busca es presionar a otros países para lograr acuerdos más ventajosos para EE.UU.
Consultado sobre las implicancias financieras, consideró que “cualquier tarifa implica, en términos prácticos, una devaluación de Estados Unidos”. Esto no solo podría incentivar inversiones en ese país, sino también generar una cadena de reacciones. “China ha comenzado a devaluar su moneda, el yuan, tratando de hacer más competitiva a su economía”.
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Argentina, en el medio del tablero
Con respecto al impacto para nuestro país, Alonso Schwarz fue claro: “La Bolsa de Buenos Aires seguramente va a tener una caída estos días porque refleja el mayor pesimismo a nivel mundial. Si hay recesión global, a las empresas argentinas les será más difícil acceder a esos mercados”.
A la vez, alertó sobre un posible efecto colateral: “Si los productos chinos no pueden entrar a Estados Unidos, van a buscar mercados alternativos, por lo que serán más agresivos en Latinoamérica, Europa y África. Bajarán los precios internacionales y eso perjudica a las empresas argentinas con fuerte inserción exportadora”.
Sin embargo, también hay una oportunidad: “Como nosotros tenemos una tarifa de solo el 10% para ingresar a EE.UU., algunas empresas pueden pensar que conviene más exportar ahí que a otros lugares”.
Más allá del contexto internacional, el economista remarcó que la clave pasa por la competitividad interna: “La discusión acerca de cómo disminuir el costo argentino vuelve a tener protagonismo. Hay que profundizar reformas que bajen el costo laboral, logístico y operativo. Esa discusión ya era válida hace dos años, y hoy lo es aún más”.
Finalmente, advirtió que, si bien “la información disponible hoy indica que ha comenzado una guerra comercial mundial, no sabemos aún si esto se va a concretar o si habrá acuerdos multilaterales”. Mientras tanto, los mercados —y las decisiones estratégicas de cada país— buscarán adelantarse a un tablero global en constante reconfiguración.