Esta vez me permito correrme de las temáticas habituales para dar lugar a mi alma docente, que me pidió tomar la palabra en un contexto que lo amerita. Además, el que suscribe no puede ni quiere imitar al patético e infame rol que hoy ocupa el canal estatal de la provincia, que se encarga de transmitir cómo dos “seres de luz” intercambian ideas sobre cómo conseguir pareja, con el afán de ocultar que los profes de probablemente los hijos e hijas, sobrinos/as, nietos/as, primos/as, amigos/as se encuentran en una encarnizada lucha por algo que tal vez para aquellos serviles al poder no conozcan muy bien, que lleva como nombre y conocemos como dignidad.
Desde que el gobierno provincial llegó al poder, su objetivo primordial fue el de esclavizar a los misioneros. A través del clientelismo (como buen gobierno populista) supo crear una esfera inconmensurable de poder, a través de las múltiples maniobras habidas y por haber, supo inundar el poder judicial de “amiguitos” especialistas en devolver favores y a través de sus dotes de “magos” supieron ocultar todos los justos reclamos judiciales en contra del poder de turno, bien debajo de la alfombra. A través de la invasión de personajes mediocres, infames e incompetentes, supo llenar cada ministerio de aquellos que les eran útiles, pero más que nada serviles a la causa. El padre de esta criatura digna de una película de terror tiene nombre y apellido, Carlos Rovira.
A lo largo de estas décadas se encargaron de anular la voz del ciudadano, con la ley de lemas se aseguraron que, a través de sus múltiples serviles, ganar absolutamente todas las elecciones que se les cruzara por el camino, obviamente utilizando toda la maquinaria del estado para sus claros fines oscuros que como dijimos siempre fue perpetuarse en el poder sin importar cual fuera el costo. Inclusive tuvimos un intento del “Rovira eterno”, pero, con los representantes de la Fe a la cabeza, la provincia le dijo que no. Pero esto no seria un impedimento para “el constructor” ya que a través de las “elecciones” supo cambiar de cargos, pero nunca dejó de absorber, de eso ni hablar, cómo le vamos a cortar el chorro de esa canilla tan deliciosa llamada recursos provinciales.
El término polisemia se utiliza cuando elegimos una palabra que tiene múltiples significados, lo mismo sucede hoy con el Frente rovirista, que, si bien cambiaron de nombres o representante, siguen repitiendo la misma frase “si señor Rovira, no señor Rovira, claro señor Rovira, lo que usted diga señor Rovira”, y sí, tal como usted piensa y tal cual me lo decía un profesor “la dignidad se la llevaron a marzo”. Esto es todo el espacio que le voy a dar a este espacio porque darles más relevancia a semejantes fantoches es innecesario.
Esta columna es para voz colega docente, que una vez más fuiste el vanguardista, el que marcaste el camino, el que apeló a su espíritu guerrero, el que una vez más, fue la luz que iluminó no solo el camino, también el horizonte. De todos los rincones de la provincia llegaste para demostrar tu hartazgo, para hacer valer tu espíritu y para levantar con todas las fueras las manos para empujar ese pie inmundo que pretende pisotearte constantemente.
Para vos, colega docente, luchador incansable en contra del peor de los monstruos que conocemos como ignorancia, para vos que pones todos los recursos disponibles para educar a generaciones nuevas que vienen con nuevos ideales, con nuevas formas, pero con aquello que nos caracteriza como seres humanos y que va más allá de aquellos que nos quieren quitar, con nuevos sueños e ideales.
Para vos colega docente, que batallas ahora con un aliado que poco tiempo atrás tuviste en contra, porque ese es el espíritu docente, espíritu tal vez heredado del celebre Voltaire cuyo ideal era el de defender las ideas de los otros, por más que fuesen contrarios a los propios. Para vos colega docente, que hiciste cerrar una avenida, ya que el miedo del “constructor” es tan grande que jamás será capaz de mirarte a la cara y mucho menos a los ojos.
Para vos colega docente, que no necesitás un día para que te celebren, solo necesitas que reconozcan tu incansable lucha por educar a generaciones del pasado, del presente y del futuro, que reconozcan tu incansable lucha que se oponen a los deseos de aquellos quienes dominan la provincia, que solo pretenden una provincia servil y sumisa, para quienes sos una piedra en el zapato en sus planes de ser titiriteros de nuestro futuro.
Finalmente, gracias, colega docente, por subirte toda la provincia al hombro para mostrarnos que no nos inclinamos ni nos inclinaremos ante nadie y que, si bien varias veces nos verán agachados o de rodillas, será solo para tomar impulso en esta incasable batalla que nos verá siempre en contra de aquellos que pretendan apoderarse de nuestros sueños y esperanzas