Se acerca fin de mes, y las principales prepagas definieron los aumentos a ser aplicados en las cuotas de abril próximo de los planes, que van desde 2,1% hasta 2,8%. Duró solo un mes, en consecuencia, el congelamiento dispuesto en marzo a los afiliados derivados de obras sociales.
Algunos casos ya informados son: Medifé 2,8%; Hospital Italiano 2,2% y Omint 2,85%. Los copagos recibirán el mismo incremento. Y no habrá ajuste desdoblado para desregulados y afiliados directos.
Concretamente, la comunicación vía mail que Medifé el envío a sus clientes explica: “Con el objetivo de continuar brindándote la cobertura médica que necesitas y en virtud de los incrementos en costos que a nivel general siguen afectando a todo el sistema de salud de nuestro país, nos vemos obligados a aplicar una actualización del 2,3% en nuestros planes de cobertura médica, a partir del período abril de 2025 y cuyo vencimiento será a partir del 18 de abril próximo”.
Fin de la triangulación
El congelamiento del mes pasado se había efectuado a pedido del Gobierno, fundamentado en que la desregulación que eliminó la triangulación de aportes obligatorios de 1.380.000 afiliados titulares: 3% del sueldo más 1,5% por cada adherente, que de la obra social iban a la prepaga que hubieran elegido.
En febrero, el alza de los aranceles había promediado un 2,1% en todo el país. En el Gran Buenos Aires, la suba de los planes de salud había sido de 1,9% y a nivel nacional de 2,1% en febrero, según datos del INDEC.
Medido de forma anual, las cuotas de las prepagas acumularon un alza de 69,7% en el conurbano bonaerense.
La acreditación pasó a ser directa pero aún no se conoce cuál es el beneficio real concreto que recibe el afiliado de la empresa de medicina privada que ahora recibe su dinero. Ese ese ingreso quedó sujeto a cambios burocráticos y administrativos no mensurados, al menos públicamente.
El ajuste dispuesto para abril es menor que la inflación, lo cual se interpreta como que la diferencia implicaría una mejora real (respecto del índice general de precios), que debería trasladarse al bolsillo del beneficiario.
O sea que las prepagas reciben en forma directa mayor cantidad de dinero, y en consecuencia, se debería reducir la parte de la cuota que afrontan los empleados y monotributistas.
Para tener una idea, según cifras oficiales, a los gremios le significó una pérdida de, al menos, unos $30.000 millones mensuales.
El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 170/24, publicado el 21 de febrero de 2024 y vigente desde el 1 de marzo de 2024, permite a los beneficiarios derivar sus aportes a una obra social o una entidad de medicina prepaga.
Aplica tanto a trabajadores en relación de dependencia, del ámbito privado y público como a jubilados y pensionados nacionales. Los jubilados pueden mantener la obra social de su actividad laboral en lugar de ser transferidos automáticamente al PAMI. En estos casos, la retención para prestaciones varía entre el 3% y el 6% del haber bruto, dependiendo del nivel de ingreso.