La localidad misionera se encuentra sumida en la devastación después de la intensa tormenta que azotó la región durante la noche del miércoles y la madrugada del jueves. Los estragos dejados a su paso por la combinación de lluvias torrenciales y vientos despiadados dejaron a los habitantes locales y a los agricultores en una situación crítica.
Imágenes impactantes circulan en las redes sociales, mostrando la brutalidad del clima que destrozó invernaderos y dejó cultivos arrasados. En algunos casos, la tormenta se acompañó de granizo, exacerbando la magnitud de la tragedia. L
Los productores locales ahora se ven enfrentados a la ardua tarea de evaluar las pérdidas y calcular los daños sufridos en sus medios de subsistencia. Invernaderos, cultivos y otros elementos esenciales para la producción agrícola quedaron gravemente comprometidos, generando una creciente inquietud en el sector.