Walter Feldman, presidente de la Cámara de Comercio de Bernardo de Irigoyen, advirtió sobre la compleja situación comercial que atraviesa la ciudad fronteriza. La competencia con Brasil, la paridad cambiaria y la caída en las ventas locales generan preocupación entre los comerciantes, quienes buscan resistir la crisis y apuestan al turismo de fin de año. “Creemos que todavía hay para aguantar un poco más y ajustar el trabajo de los comerciantes” sostuvo preocupado.
«Este año fue muy diferente al 2023», afirmó Walter Feldman en diálogo con el programa “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5, describiendo un panorama marcado por la disminución de la afluencia de turistas brasileños y el aumento de argentinos que cruzan la frontera para abastecerse de alimentos y productos en Brasil. La ciudad, que históricamente ha dependido del flujo comercial con su vecina Dionisio Cerqueira, enfrenta ahora el desafío de una mayor competencia desleal.
Feldman explicó que, si bien el comercio formal sigue respetando las normas de control de facturación, “hay gente que lo maneja de manera clandestina y justamente es por el flujo que existe al saber que cruzas la calle y estas en otro país, con otros precios”. La competencia se hace visible en la venta de frutas, verduras y pollo, productos que ingresan de forma informal desde Brasil. “Hay muchos puestitos así de comercios sobre la calle que venden todo lo que pueden, y no es algo nuevo lo que están haciendo”, agregó.
La frontera entre Bernardo de Irigoyen y Brasil presenta una dinámica particular, lo que hace que el control de ingresos de mercaderías sea complejo. “Realmente no se puede aplicar un control tan estricto”, señaló Feldman, quien explicó que la falta de una estructura adecuada en la aduana facilita el paso de personas por puntos no oficiales. “No es que Migraciones hace un mal trabajo, sino que la estructura de la aduana no es la adecuada, hoy hay que hacer cambios que modifiquen la vida de la ciudad completa”, sostuvo, destacando la necesidad de mejorar la infraestructura de control fronterizo.
Comerciantes en alerta y adaptación de rubros
La situación económica actual, sumada a la paridad cambiaria entre el peso argentino y el real brasileño, ha afectado directamente a los comercios de la ciudad. “Creemos que nos esperan tres años de paridad o de vacas flacas”, afirmó el presidente de la Cámara de Comercio, quien recordó que una situación similar se vivió entre 2015 y 2019.
En cuanto a los rubros más afectados, Feldman indicó que los supermercados y las estaciones de servicio han registrado una fuerte caída. “Los supermercados tuvieron una baja de más del 80%”, señaló, mientras que las vinotecas, que habían crecido significativamente en los últimos años, también sintieron el impacto, aunque con menor intensidad. “Las vinotecas todavía están ahí, pero redujeron la venta y eso asusta un poco a los comerciantes locales, que deberán fortalecer el trabajo en la temporada de verano que se viene”, precisó.
De cara a la temporada de fin de año, los comerciantes de Bernardo de Irigoyen esperan un repunte en las ventas. “Las expectativas para este fin de año es ver si ese turismo pasa por Irigoyen, ya que el real ha bajado mucho”, comentó Feldman, destacando la posibilidad de captar a los viajeros que se trasladan hacia otras ciudades turísticas. “Trataremos de aprovechar ahora fin de año lo que es el turismo, de que va a pasar por acá por Irigoyen, tratar de venderle algo a toda esa gente”, afirmó.
Pese a la incertidumbre, los comerciantes confían en el “colchón” (dinero ahorrado o guardado) que lograron durante los años de bonanza. “Creemos que todavía hay para aguantar un poco más” señaló Feldman, aunque reconoció que la caída de ventas es constante. La expectativa está puesta en la reactivación de la actividad turística, que podría traer un alivio momentáneo para el comercio local.