La Secretaría de Finanzas concretó este lunes una licitación clave en el mercado local al adjudicar títulos públicos por un total de $5,016 billones en valor efectivo, en una subasta que dejó en claro el renovado apetito por instrumentos en pesos, en especial por las letras capitalizables (LECAP).
Según informó el Ministerio de Economía, se recibieron ofertas por $5,390 billones, lo que implicó un fuerte nivel de participación del mercado y una clara señal de confianza, aun en un escenario de alta volatilidad cambiaria y transición económica.
El instrumento más demandado fue la LECAP con vencimiento en mayo (S16Y5), que concentró más de $2,3 billones a una TIREA (Tasa Interna de Retorno Efectiva Anual) del 55,46%. En total, las letras capitalizables con vencimientos en mayo, junio y julio representaron más del 70% del monto total colocado.

También se destacó la colocación de la nueva Letra a tasa TAMAR con vencimiento en julio (M31L5), que logró captar $600 mil millones, con una tasa del 45,40%, lo que muestra un interés creciente por alternativas de rendimiento ajustado a tasas de referencia.
CER sí, dólar no
En contraste, los instrumentos en dólares —como los bonos y letras dólar linked— quedaron desiertos, a pesar de haberse recibido ofertas por USD 123 millones. Esta señal fue interpretada por operadores como una preferencia del mercado por quedarse en pesos en el corto plazo, en un contexto donde aún persisten definiciones clave sobre el régimen cambiario.
Por otra parte, se adjudicaron más de $500 mil millones en bonos ajustados por CER, distribuidos entre el TZXO5 (octubre 2025) y el TZXO6 (octubre 2026), lo que marca un interés por coberturas inflacionarias de mediano plazo.
Desde el Palacio de Hacienda interpretaron los resultados como una muestra del “respaldo al programa financiero” y aseguraron que las colocaciones seguirán apuntando a profundizar el mercado de deuda en pesos.
¿Qué son los instrumentos locales?
Los instrumentos locales son títulos de deuda que emite el Gobierno en pesos argentinos para financiarse dentro del país. Básicamente, el Estado le pide dinero prestado al mercado (bancos, fondos comunes, aseguradoras, etc.) y a cambio se compromete a devolverlo en una fecha determinada, con una determinada ganancia (un plazo fijo, estatal). Pueden ser letras a corto plazo o bonos a más largo plazo, y están ajustados por diferentes variables: tasa fija, inflación (CER) o tasa de interés de referencia (TAMAR). En esta licitación, los inversores eligieron quedarse en pesos, apostando a la rentabilidad local y evitando los instrumentos ligados al dólar.