Los fideicomisos son actos jurídicos por medio de los cuales una persona entrega a otra la titularidad de unos activos para que los administre y, al vencimiento de un plazo, transmita los resultados a un tercero. Es una herramienta jurídica muy utilizada en los negocios y para preservar los patrimonios. Fue utilizada en la Argentina para juntar adeptos y generar clientelismo.
Gustavo Maldonado, abogado especialista en Defensa y Garantías con orientación en Derecho Penal, Derecho de Familia y Menores, se refirió a los fideicomisos y a su utilización en Argentina.
Sobre los aspectos generales sobre la idea original de fideicomiso explicó que los términos y condiciones se establecen en el contrato, y el fiduciario tiene la responsabilidad legal de administrar los activos de acuerdo con estos términos, actuando en el mejor interés del beneficiario. No puede durar más de treinta años desde la celebración del contrato, excepto que el beneficiario sea una persona incapaz o con capacidad restringida, caso en el que puede durar hasta el cese de la incapacidad o de la restricción a su capacidad, o su muerte».
Precisó que se utilizan por diversas razones, como la planificación patrimonial, la protección de activos, la administración de inversiones, la gestión de propiedades y la financiación de proyectos. Sin embargo, este tipo de figura es principalmente implementada para la separación patrimonial que existe entre los bienes de los fiduciantes y los bienes fideicomitidos por estos. “El bien pasa a la propiedad del fideicomiso y escapa a la posible agresión de los acreedores del fiduciante. O sea, que durante el plazo que esté en actividad, no es patrimonio del fiduciante”.
“La figura del fideicomiso como tal tiene un antecedente jurídico ya en el derecho romano. De hecho, el anterior Código Civil de la República Argentina, el que fue ideado y diseñado por Dalmacio Velez Sarsfield, y modificado en el 2015, ya preveía, dentro de una ley específica, como ley complementaria del Código Civil, la 24-441, Y ahora, en el nuevo Código Civil, está incorporado ya no como ley, sino como un articulado en el cual se establece, en principio, para cuestiones privadas, los cuales han sido muy útiles de hecho acá en la ciudad de Posadas” comenzó explicando el doctor Gustavo Maldonado en diálogo con Bryan Villalba y Alejandro Chini en el programa “La Última Rosca” de Radio Up 95.5.
“Muchos de las inversiones se han hecho mediante esa modalidad del fideicomiso porque traía determinados beneficios impositivos y genera una autonomía. Como todo, en su momento comenzó siendo una buena herramienta que la comienzan aplicando en el año 1995, en Argentina particularmente, donde en definitiva se trasladaba un poco la responsabilidad de la distribución de los ingresos a un sector del Estado, en su momento el Banco Nación, como para que se haga cargo de solventar la obra, vamos a ponerlo algo más latente para nosotros, una obra de la Ruta 12. Bueno, entonces el Banco de la Nación, a través de la recaudación del impuesto al automotor, tenía esa creación del fideicomiso para hacerse cargo de que se lleve adelante el tramo del kilómetro 1 a 10 de la ruta 12. Bueno, de esa manera el Estado generaba un fondo que le entregaba a un fiduciante para que distribuya el beneficiario que en este caso podía llegar a ser la provincia de Misiones” explicó Maldonado.
En el caso de los fondos públicos -explicó el profesional- es el Estado quien delega la administración de fondos a una entidad (que suele ser un banco público, por lo general el Banco Nación o el Banco de Inversión y Comercio Exterior -BICE-) para que los administre en función de determinada política pública, como el otorgamiento de un subsidio o la realización de una obra.
El funcionamiento de los fondos fiduciarios fue establecido por la Ley N° 24.441 en 1994. Esta normativa fue derogada en 2004 por el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, que estableció las regulaciones que rigen en la actualidad sobre la constitución y el funcionamiento de los fideicomisos.
Añadió que “el fideicomiso público donde el Estado, dueño de una partida en particular, le entrega a un administrador, para bajarlo a términos más sencillos, le entrega a un administrador que debe entregar lo que recibe de manera mensual anual a un beneficiario. Esto fue en el año 1995, una cuestión, una medida que en principio fue positiva, pero lógicamente con el paso del tiempo se fue enmarañando y hoy podemos decir que existen 29 fideicomisos públicos.”
Maldonado concluyó que “no existen auditorías de estos fideicomisos, ese es el gran tema. Es el inconveniente de que es una caja negra de la cual nadie sabe hacia dónde va y cuáles son las ejecuciones, en definitiva, que traen a colación. Evidentemente, hay un mecanismo de legalidad e ilegalidad en lo que constituyen estos fideicomisos que no sabemos si son para poder financiar un estado que está quebrado, que no tiene cómo resolver cuestiones diarias, entonces inventamos un mecanismo para cumplir las obligaciones que tienen las provincias a través de fondos externos”.
¿Cuántos fondos fiduciarios públicos existen en la Argentina y cuánto gastan?
En la actualidad, existen 29 fondos fiduciarios contemplados en el Presupuesto 2023 (prorrogado para 2024 por la gestión de Javier Milei).
Uno de los fondos fiduciarios más conocidos es el Procrear, destinado a la entrega de créditos hipotecarios subsidiados para la construcción de viviendas. Las becas Progresar, que son destinadas a estudiantes secundarios y universitarios, también se gestionan a través de un fideicomiso.
Los subsidios al consumo de gas natural y la compra de garrafas se otorgan a través de fideicomisos, así como también los recursos destinados al combate de incendios forestales o la protección de los bosques nativos.
Otros fondos son menos conocidos (como el de asistencia a las víctimas de trata de personas) o tienen fines muy variados, como el de Desarrollo Provincial, utilizado a lo largo de los años para brindar asistencia financiera a las provincias.