En la zona urbana de San Luis Palmar, 30 familias, es decir más de 100 evacuados en el polideportivo, 3 en un SUM y 12 en casas de parientes. Otras familias no se van por temor a los hurtos. Están cortadas las conexiones terrestres con una parte del área rural.
Hace más de una semana el agua del Riachuelo comenzó a avanzar sobre los terrenos de casas cercanas que son parte del área urbana de San Luis del Palmar, el último martes aumentó el caudal del afluente natural y también el número de familias evacuadas. Y ayer seguía la alerta, porque el riesgo de inundación sigue latente para decenas de hogares. Cada vez que llueve mucho, especialmente en la zona rural, resurge el temor de que el Riachuelo rebose y se inunden los hogares que están en cercanías del área ribereña.
«En estos momentos hay 30 familias evacuadas en el polideportivo y otras 3, en un SUM. Después hay otras 12 que están en casas de parientes. También hay algunas -aunque pocas- que hace varios días están con agua, pero no quieren irse, por temor a los hurtos», precisó el intendente Néstor Reni Buján. A su vez, acotó: «Los entiendo, no es sencillo dejar tu casa. Y si bien no son familias numerosas, lo cierto es que constituye un riesgo sanitario que estén varios días en un lugar con agua».
Ante esta situación adversa, trabajadores de diferentes áreas del Municipio se ocupan de proveer de alimentación a los afectados y de trasladarlos tanto a ellos como sus muebles y otros elementos para lograr evitar que se mojen. «Empleados municipales elaboran las cuatro comidas diarias para quienes están evacuados y distribuyen kits de alimentos a los autoevacuados», detallaron.
Para eso y monitorear, Buján destacó que cuentan con el apoyo del gobernador Gustavo Valdés. Eso, afirmó, se canaliza a través de Defensa Civil y de Desarrollo Social. A su vez, comentó que los Bomberos Voluntarios de la localidad le manifestaron que el nivel del agua en el Riachuelo ayer alcanzó los 3,88 metros y seguía creciendo.
Respiro y alerta para los ciudadanos
Los rayos solares que iluminaron el cielo durante el fin de semana, trajeron un leve respiro y generaron esperanza; lo peor ya había pasado. Este buen tiempo permitió que Buján se movilizara con su equipo a varios parajes de la cuarta sección de San Luis del Palmar. «Hay pobladores que están aislados, por el mal estado en el que están los caminos», graficó el jefe comunal, quien añadió: «No pudimos llegar a todos los lugares con alimentos y medicamentos. Pero les avisamos a los referentes de esas zonas que vengan a buscarlos al sitio que sí logramos llegar».
«Sin embargo, el lunes empezó a llover otra vez y todo se volvió a complicar», remarcó Buján. Por eso, al día siguiente la mayor parte de los afectados actuales debieron dejar sus casas. Una situación que persistía ayer. Y aunque los barrios más afectados -por su cercanía a la ribera-son los denominados Virgen del Rosario y Cruz de los Milagros, también hay dificultades en otro par: la Inmaculada y San Cayetano.
En ese último: «Hay más de 100 casas y nos preocupa que el agua sigue avanzando. A tal punto que está muy cerca de la calle que separa el Riachuelo de ese barrio. Si alcanza a esa área, aumentarán considerablemente los perjuicios y estaremos con un nivel de inundación como el registrado años atrás», advirtió el intendente sanluiseño.
El intendente Buján gestiona que se retome el dragado del Riachuelo. Una obra que implicará recursos que el Municipio no está en condiciones de afrontar -indicó Buján-, pero que aseguran es la única opción viable.
(Fuente: República de Corrientes)