Para algunos fue “un delirio absoluto”, a otros les resultó pintoresco y los empresarios fueron los más entusiasmados; sorprendieron las menciones al medioambiente y a las mujeres.
Estupor y sorpresa. Es palabras pueden calificar la reacción de los asistentes a la conferencia que dio el presidente Javier Milei en el Foro Económico de Davos esta tarde, sobre todo cuando listó lo que, a su juicio, son los enemigos de la libertad.
“Todos. No hay diferencias sustantivas. Socialistas, conservadores, comunistas, fascistas, nazis, social-demócratas, centristas. Son todos iguales. Los enemigos son todos aquellos donde el Estado se adueña de los medios de producción”, dijo, dejando con la boca abierta a la audiencia. Una audiencia que, contrariamente a lo esperado, no llenó el gran auditorio del Foro, donde la mitad de las banquetas quedaron vacías.
“¡Bizarro. Con él no se salva nadie!”, dijo a La Nación con flema inglesa un empresario británico antes de eclipsarse.
“Es un delirio absoluto”, acotó su vecino de fila, un periodista alemán que no conseguía creer lo que acaba de escuchar.
Otros dos puntos causaron asombro: la afirmación de que el sojuzgamiento de la mujer es un invento de los enemigos de la libertad, así como el peligro que representa la defensa del medioambiente.
“Quiero creer que Milei vive en un mundo que no es el nuestro. Por eso llega a conclusiones tan extremas”, opinó otro asistente húngaro, para quien la libertad defendida por el presidente argentino es “una cosa excelente”. “Yo nací y crecí en un régimen comunista y solo puedo aplaudir lo que dice”, afirmó.
Milei se veía nervioso. No parecía cómodo ante esa audiencia tan diferente al público que lo sigue. Es verdad, si bien no en la cantidad esperada, africanos, europeos, asiáticos… el mundo presente en el reducido perímetro de Davos se había dado cita para conocer su concepto de “libertad” y “de desregulación a ultranza”.
Mientras el presidente se dedicaba a ese ejercicio, a medida que desarrollaba sus conceptos más radicales, se oían algunas risas. ¿De sorpresa, de incredulidad, de fascinación? Imposible decir. Lo seguro es que parte de su discurso, sobre todo el que dedicó a trazar la historia de la economía mundial y los éxitos incomparables del capitalismo empresario, no consiguieron transmitir el encanto esa fabulosa capacidad de comunicador que tiene el nuevo presidente.
“Me hubiera encantado que viniera con la motosierra”, bromeó otro periodista francés, después de coincidir con La Nación en que, después de esta intervención, serán poquísimos los dirigentes políticos que quieran sacarse una foto con él, mientras que los empresarios comenzarán a mirarlo cada vez con más interés.
Su final, en todo caso, dedicado especialmente a ellos, hizo el efecto de un electroshock:
“Empresarios no se dejen amedrentar por la casta política. Son ustedes los héroes. Que nadie les diga que su misión es inmoral. No cedan al avance del Estado. No es la solución. El Estado es la causa. ¡Y viva la libertad, carajo!”.
“Too much. Too much for me” (”Demasiado. Demasiado para mí”), dijo a La Nación otro de los asistentes, menando la cabeza de un lado para el otro.
“Abronca a los líderes”
Así reflejaron los diarios internacionales el discurso de Milei en el Foro Económico de Davos:
Tras su dura alocución, en España, Estados Unidos, Uruguay, Italia y Reino Unido se hicieron eco de las palabras del presidente.
Luego de su primer discurso en el marco de una cumbre internacional, Javier Milei habló frente a líderes y empresarios del mundo en el Foro Económico de Davos. Con un demoledor diagnóstico para el socialismo, el presidente consideró que “Occidente está peligro”, apuntó contra los gobiernos que pregonan la justicia social y aseguró que los dueños de compañías son “héroes”. Así, minutos después de su alocución, los principales diarios del mundo se hicieron eco de las palabras del mandatario.
El País, de España, señaló que Milei “abroncó a todos los líderes del mundo, especialmente a los organismos internacionales”. “Fue recibido con entusiasmo en el corazón del capitalismo, el foro de Davos, como un gran defensor del mercado, palabra sagrada para los ejecutivos que llenaban a reventar la sala principal, algo muy poco habitual cuando habla un político, pero rápidamente las caras empezaron a cambiar en la sala en cuanto Javier Milei empezó a hablar”, describió el periodista Carlos E. Cué.
“‘Occidente está en peligro’: el presidente argentino Milei -autodefinido un ‘anarco-capitalista’- instó a la elite de Davos de rechazar el socialismo”, tituló el medio estadounidense CNBC, en tanto.
El diario británico The Guardian, por su parte, tituló por la misma línea. “Milei afirma que el mundo occidental está en peligro, en un ataque al socialismo”, apuntaron. Además, se señaló un “ataque al colectivismo”, y se destacó el repaso del Presidente sobre estadísticas económicas a lo largo de la historia de la humanidad.
En Italia, el diario Corriere della Sera remarcó las declaraciones de Milei sobre la pobreza. “Desde que abandonamos el modelo de libertad, hace cien años, estamos atrapados en una espiral que nos hace cada vez más pobres. Si se toman medidas contra el libre mercado y la libre competencia, el único destino es la pobreza”, dijo el presidente, en declaraciones seleccionadas por la publicación italiana.
El discurso de Milei
Ante la elite mundial que tiene cita en la cumbre de Davos, el libertario Javier Milei dio este miércoles su primer discurso en este encuentro y a su vez como presidente de la Argentina fuera del país. En su intervención el mandatario de La Libertad Avanza (LLA) hizo una férrea defensa del capitalismo de libre empresa y advirtió que Occidente “está en peligro” por el avance del socialismo, sobre todo en sectores del establishment económico y en la dirigencia.
Con matices en su voz durante sus palabras, Milei además remarcó que “el socialismo es un modelo empobrecedor que fracasó” y envió un fuerte mensaje a los empresarios. “El Estado no es la solución, es el problema mismo”, les dijo, corrido del libreto que tenía establecido y que leyó en los demás tramos.
La alocución del mandatario tuvo primero una cálida recibida del titular ejecutivo del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, quien no solo lo felicitó al dirigente por la elección sino también a su hermana, Karina Milei, actual secretaria general de la Presidencia, por “manejar” la campaña. “Introdujiste un nuevo espíritu para la Argentina haciendo que esté más relacionada a la libertad de empresa. Estamos esperando escucharte”, le dijo al presidente, que se acercó al estrado.
“Nosotros estamos para decirles que los experimentos colectivistas nunca son la solución a los problemas de los ciudadanos, sino que son su causa. Créanme, nadie mejor que nosotros para dar testimonio de estas cuestiones”, indicó. Luego hizo un repaso histórico para justificar que el capitalismo de libre empresa terminó desde 1800 hasta estos días con el 90% de la pobreza en el mundo. “La conclusión: lejos de ser la causa, el capitalismo de libre empresa es la única herramienta para terminar con el hambre, la pobreza y la indigencia. La evidencia es incuestionable”, resumió.
Entonces Milei arremetió contra la izquierda por cuestionar este modelo y por considerarlo injusto. “Dicen que es malo porque es individualista; y el colectivismo bueno porque es altruista, con la ajena, y bregan por la justicia social”, comentó, en un paralelismo con ideas que ya mostró a nivel local desde la campaña hasta sus primeros días en el Ejecutivo.
Aseguró también que el colectivismo es una “idea violenta” porque el Estado bajo este marco se financia a través de impuestos que se cobran de manera coactiva. “¿O acaso alguno puede decir que los paga de manera voluntaria? El Estado se financia a través de la coacción y, a mayor carga, mayor coacción y menor libertad”, dijo para interpelar al auditorio, pese a que en esta primera etapa de gobierno y anclado en la emergencia aumentó cargas tributarias.