Por: Zuni Fariña
El escultismo no nació celeste y blanco. Pero poco importa. Lo que aflora como imagen cuando se piensa en «scout» en Misiones nos remite al monte, a juntar ramitas con formas extrañas, a juego, risas y tareas compartidas y sobre todo a solidaridad, ayuda mutua, a sentirnos responsables «por lo nuestro», sea ello una cuchara, un corbatín, una carpa o…la Patria.
Después llegaron tiempos aciagos y como suele ocurrir cuando nos descuidamos, los hechos fueron moldeando las palabras y a asociarlas con nuevos sentidos y hasta vergüenza solía aflorar cuando alguna pregunta nos remitía a aquel otro tiempo.
Y…como todo en la historia de este mundo mundial, tímidamente nos fuimos reanimando y recreando en la memoria todo lo genial que había sido eso de juntarnos los sábados, resbalar sobre el rocío que bañaba los pastos mientras corríamos para traer prestamente un balde de agua para preparar el mate cocido para todos; o aquello de izar el pabellón, la bandera del grupo y la más importante: la bandera de la Patria.
Anoche, húmeda noche de viernes 8 de invierno-primaveral en Misiones, un grupo de personas se volvió a encontrar en Oberá. Héctor mandó su noticia a la redacción de Radio Up 95.5 y nos devolvió la memoria.
En la reunión de quienes llegaron desde distintos puntos del país y -claro-, desde otras localidades de Misiones, ellos recrearon en palabras y lágrimas…su tiempo de «boy scout» en la Capital del Monte.
El Movimiento Scout nació como una manera de combatir la delincuencia buscando el desarrollo físico, espiritual y mental de los jóvenes para que llegaran a ser «buenos ciudadanos» a través de un método específico inspirado en la vida militar y al aire libre, cuyas directrices se establecían en el manual.
Ni tiempos pasados fueron mejores, ni tiempos futuros serán mejores. Los tiempos sos espacios que llenamos con acciones…y reacciones. Algunas, construyen puentes, otras los destruyen.
Hoy, 9 de julio, día de la Independencia en Argentina, este grupo de personas formarán parte del acto protocolar que tendrá lugar en esa misma ciudad y tal vez, al verlos pasar desfilando podamos volver a aferrarnos a la idea colectiva de que juntos…podemos. Y tal vez, recordar aquello de «uno para todos, y todos para uno». ¡Viva la Patria…carajo!