El pasado jueves se dio la tan esperada reunión de mandatarios provinciales en la cual participó el ala más dialoguista o cercana al gobierno, es decir, los gobernadores de Juntos por el Cambio. En la misma se dieron avances en cuanto al borrador de la Nueva Ley de Bases y puntos de partida que el gobierno espera mandar a la Cámara durante esta semana.
Aprendiendo un poco de la experiencia pasada en la cual el tratamiento del articulado en particular fracasó luego de una maratónica sesión, el equipo de Javier Milei empezó el lento camino de la rosca y pasó a negociar con los gobernadores por los votos de sus diputados para avanzar en la aprobación de la misma.
Uno de los principales puntos y de los más importantes para los representantes provinciales, es el tema relacionado al piso de ganancias, impuesto que las provincias esperan recibir de manera coparticipable. El Gobierno solo aceptaría la restitución de la cuarta categoría del impuesto, lo que implicaría un aumento importante para las provincias. Sin embargo, algunos gobernadores no aceptarían que el mínimo no imponible sea de $1.200.000 como propone el presidente, por lo cual este ítem a la hora de “contar los porotos” en Diputados como habitualmente se dice, influirá de sobremanera para avanzar con la aprobación de la Ley.
Recordemos que el ajuste fiscal llevó a reducir en un 60% los giros discrecionales a las provincias, perdiendo además en comparativa con 2023, entre un 11% y un 4% de recaudación vía este ingresos, según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
Por otra parte, el ministro del Interior, Guillermo Francos, prometió la reactivación de la obra pública, con la cual se girarían fondos a las provincias para las obras consideradas como “prioritarias”, y traspasarían aquellas que están en poder de Nación, para que los gobernadores se hagan cargo de la ejecución de las mismas, actividad que registra la pérdida de 72.000 puestos de trabajo en comparación con el mismo período del año 2023.
Finalmente, otro de los temas que ingresó en la discusión fueron los relacionados a la modificación de la legislación laboral y de las cajas previsionales, que hoy se encuentran judicializadas por su modificación en el DNU 70/2023, lo cual, desde las administraciones provinciales, se vería con agrado que se bajara al recinto la discusión en lugar de optar por la vía del decreto como se había propuesto.
Veremos si desde esta gestión, que justamente no se caracterizó por ser dialoguista e incluso llegó a amenazar a sus socios políticos, extorsionándolos con la caja nacional, se aprendió de los errores, lo cual implicaría convertirse en eso que tanto odian: la famosa casta.
En una situación en la cual no cuentan con gobernaciones ni tienen mayoría legislativa para aprobar por sí solos un paquete de leyes, deberán someterse al pedido de las provincias que se encuentran desesperadas por percibir anticipos y fondos coparticipables con los cuales sobrevivir.
No importa el tiempo, el presidente, los gobernadores o la ideología que se encuentre en auge, la política siempre termina alineando los intereses de la mayoría ante el deseo imperante de aquellos que deben entregar hasta el alma para lograr cambios cuando no se tienen los números. Ya le pasó a Macri, experiencia que seguramente Javier Milei espera no repetir, lo cierto es que entramos al cuarto mes de gestión y aún desde Casa Rosada no han logrado anotarse una sola victoria legislativa.
No importa el tiempo, el presidente, los gobernadores o la ideología que se encuentre en auge,
la política siempre termina alineando los intereses de la mayoría
Veremos por dónde avanza este camino de múltiples tira y afloja, que terminará seguramente en un reducidísimo pacto de Mayo, que nuevamente conllevará a una serie de acuerdos previos y reuniones interminables en la búsqueda de consensos, los que hasta ahora no han llevado a la dirigencia política a ningún lado.