Según el tributarista Guillermo Poch, la eliminación de la cuarta categoría en el impuesto a las ganancias, significó un fuerte impacto para las arcas del Estado nacional y de las provincias, mientras que el principal canon del esquema recaudatorio, que también es coparticipable, se cayó por la retracción del consumo. “Hoy las provincias no llegan a fin de mes”, sentenció.
De acuerdo con el especialista tributario Guillermo Poch, se produjo una fuerte retracción en las recaudaciones de la Nación y de las provincias a partir del desplome de los dos impuestos principales del sistema impositivo argentino: el Impuesto al Valor Agregado y el Impuesto a las Ganancias, que representan el 36% y el 26%, respectivamente, de la recaudación.
Pese a que ambos cánones se retrajeron por causas distintas – el IVA por la caída del consumo y Ganancias por la reforma que impulsara el exministro Sergio Massa, eliminando la cuarta categoría de contribuyentes–, la contracción en los dos impuestos pone en jaque a las arcas provinciales, que tampoco reciben compensaciones por fuera de los impuestos coparticipables, como podrían serlo los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) o las transferencias discrecionales de Nación.
En diálogo con el programa “El País de la Libertad”, Poch insistió que es muy posible que se termine restituyendo la cuarta categoría del impuesto a las ganancias, por el gran impacto que tuvo en la recaudación. “Desde nuestra perspectiva, entendemos que se va a terminar re-implementando producto de que las provincias están necesitando fondos. De alguna manera, hoy en día sucede que las jurisdicciones provinciales vieron una caída considerable en los fondos coparticipados, o sea, la recaudación. Y tuvo un gran impacto la caída del impuesto a las ganancias luego de las reformas de septiembre 2023 en la cual los empleados en relación de dependencia casi dejaron de pagar impuesto a las ganancias”, explicó el especialista tributario.
“Hay que tener presente que estaban aproximadamente 800.000 trabajadores sujetos al gravamen, en la cuarta categoría, y luego del proyecto solo quedaron 80.000. Entonces la reducción fue muy importante. Tubo impacto en la recaudación frente a la situación donde las provincias también dejaban de recibir partidas compensatorias fuera de lo que es la coparticipación. Hoy están, como se diría en la cárcel, cortas de plata, no llegan a fin de mes”, amplió Poch, en diálogo con el programa que se transmite por Radio Up 95.5.
Para el tributarista, visto desde esa perspectiva “hay que hacer una recomposición a través de otros impuestos, o incrementas la coparticipación, o no te queda otra opción que volver a foja cero o ir a buscar un híbrido. También acá es una cuestión netamente política: hay que terminar de resolver otras cuestiones que la administración central (Nación) está planteando, con lo cual la materia impositiva hoy en día se convirtió también en cuestión política”, analizó Poch, sobre la puja por recursos, entre gobernadores y Nación.
En cuanto a la caída de la recaudación por el IVA, debido a la fuerte retracción del consumo en un contexto de elevada inflación y estancamiento de salarios y de actividad económica, Poch puso de relieve que entre IVA y Ganancias, se alcanza más de la mitad de la recaudación total del Estado. “IVA está como el primero en recaudación con 36 puntos. Después 10 puntos abajo, viene el impuesto a las ganancias. Ahí tenés más del 50% de la recaudación nacional”, precisó el tributarista.
“Y ambos los impuestos son coparticipables. Si a vos se te cae la recaudación de ganancias por cuarta categoría y por menor consumo, se cayó, IVA, claramente, las provincias lo ven (sienten) automáticamente en la billetera”, expresó Poch, y añadió: “si el impuesto número uno y el impuesto número dos se desplomaron, no tenés mucha ecuación numérica” para recomponer la recaudación.
En ese marco, la administración nacional y las provinciales, deben buscar alternativas para equilibrar las cuentas, por la vía de la reducción de los gastos “u otra alternativa de financiamiento. No hay mucha solución más, es como una familia. Si a los padres se les achicaron los salarios, automáticamente tenés que hacer una reducción en tu casa de los gastos o usar la tarjeta de crédito”, graficó Poch con un ejemplo de la economía doméstica.
“Entonces, ¿qué le pasó a las provincias? Claramente, ganancias por ley se achicó. Y ahora viene el IVA, que desde un punto de vista económico, se achicó por la situación del país”, sentenció.
En tanto, consultado por el problema de la evasión fiscal, Poch remarcó que hay que preguntarse las causas de la evasión, es decir, el contexto que lleva a los contribuyentes a evadir el pago de impuestos como el IVA. “Hay que también hacer preguntarse qué le pasa al comercio, por qué no está dispuesto a pagarlo. Ese sujeto que está en la última etapa de la cadena de comercialización, ¿qué puede estar pasándole a él que lo quiere evadir? Lo evade porque quiere, o porque no llega a fin de mes”, planteó Poch, insistiendo en que los contribuyentes no dejarán de llevar el sustento a sus familias para cumplir con normas impositivas de difícil cumplimiento.
A modo de ejemplo, Poch propuso una situación práctica: “El comercio está vendiendo y llega el momento de terminación y no tiene la caja porque vino un impuesto sobre los ingresos brutos que lo tenés que pagar aún en situación de pérdida. Te llega el momento de pagar el IVA. Pagaste sueldo, le diste que de comer a tu familia y no te canso la plata La pregunta es ¿qué haces?”, lanzó el tributarista.
“A veces en Argentina se habla de evasión. Pero muchas veces no se tiene en cuenta también la situación en las que las normas tributarias ponen a la gente. Vos estás pagando un impuesto sobre los ingresos brutos y la empresa puede estar en pérdida. Y para peor, tenés regímenes de pago a esa cuenta y tenés plata anticipada a los distintos fiscos provinciales, inclusive a esos nacionales, que le anticipaste plata”, remató Poch, dando cuenta de las situaciones en las que algunos contribuyentes se ven obligados a evadir.