La insuficiencia cardíaca y la neumonía son las dos principales causas de muerte en Argentina en los últimos 17 años. Estas enfermedades prevenibles se cobraron la vida de un promedio de 52,480 personas por año en el país, excluyendo el impacto de la pandemia de Covid-19 que sumó más de 137,963 fallecidos entre 2020 y 2021.
La insuficiencia cardíaca, un desorden crítico en el que el corazón pierde progresivamente su capacidad de bombear sangre de manera eficiente, y la neumonía, una infección aguda que afecta los pulmones y puede tener consecuencias mortales, se mantuvieron en el centro de atención de la salud pública. Cada año, estas dos enfermedades se cobran en promedio 52,480 vidas en Argentina.
El proyecto liderado por LN Data recopiló y analizó minuciosamente estas estadísticas nacionales desde el año 2005 con el fin de desentrañar el panorama de las causas de mortalidad en la población argentina y evaluar la eficacia de las intervenciones médicas en enfermedades prevenibles. La calidad de los datos derivados de los certificados de defunción es esencial para dar forma a políticas de salud informadas y programas de prevención bien orientados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que estas estadísticas no solo revelan el impacto en la salud pública, sino que también actúan como faro para la implementación de medidas preventivas y la planificación de servicios médicos esenciales.
Sin embargo, este estudio también puso de manifiesto un problema significativo en la exactitud de los datos recopilados. Se observó que un alarmante 4.73% de las defunciones (equivalente a 265,461 muertes, de las cuales el 51% corresponde a hombres) están catalogadas de manera vaga o incorrecta en los certificados de defunción. Esta categoría, según expertos en codificación internacional para certificados de defunción, indica la precisión de las estadísticas; a mayor proporción de muertes mal definidas, menor precisión en el registro. Esto también destaca la alta prevalencia de diagnósticos ambiguos, como sepsis, accidentes cerebrovasculares o enfermedades pulmonares crónicas, sin especificación detallada.
Un fenómeno intrigante fue la ascensión de la neumonía como la principal causa de muerte en Argentina a partir de 2014, superando incluso a la insuficiencia cardíaca. Sin embargo, este aumento en la prevalencia de la neumonía como causa de defunción no fue acompañado con un conocimiento claro sobre el agente infeccioso responsable. Sorprendentemente, en hasta un 94% de las muertes por neumonía, no se logró identificar el organismo infeccioso subyacente. Esta cifra alarmante, de acuerdo con los expertos consultados en neumonología e infectología, puede ser atribuida a la falta de disponibilidad de pruebas de laboratorio o recursos limitados, lo que destaca la necesidad de mejorar los sistemas de diagnóstico y vigilancia.
En un esfuerzo por comprender mejor estos resultados, el Hospital de Clínicas, cuyo equipo publicó un estudio en la revista ‘Chest’ en el año 2000, informó que el 58% de las neumonías adquiridas en la comunidad no podían ser vinculadas a un virus o bacteria específicos, incluso después de realizar una serie de evaluaciones clínicas y de laboratorio. Aunque desde entonces se implementaron más métodos diagnósticos, como pruebas rápidas y biología molecular, se observó que la proporción de neumonías sin identificar ha aumentado a más del 90%. Esta preocupante cifra ha llevado a los expertos a señalar la necesidad de mejorar la vigilancia epidemiológica y las capacidades de diagnóstico en Argentina.
En cuanto a la insuficiencia cardíaca, se observó un aumento en la mortalidad en personas mayores de 75 años, que puede ser en parte atribuido al envejecimiento de la población. La prevalencia de esta enfermedad creció en las unidades coronarias, contribuyendo a su alta tasa de mortalidad. Además, se identificó una conexión entre la insuficiencia cardíaca y la neumonía, ya que estas condiciones pueden coexistir y empeorar mutuamente. Se descubrió que hasta la mitad de las personas con insuficiencia cardíaca fallecen repentinamente, y la tasa de mortalidad es aún más alta en aquellos con este diagnóstico.
En resumen, la insuficiencia cardíaca y la neumonía se convirtió en las dos causas de muerte más prominentes en Argentina durante los últimos 17 años, lo que subraya la importancia de mejorar la calidad de los registros de defunción y fortalecer los esfuerzos de prevención y atención médica en enfermedades prevenibles. La investigación y la implementación de medidas adecuadas en estas áreas son fundamentales para reducir la carga de enfermedades y mejorar la salud de la población argentina. Con una combinación de diagnósticos más precisos, mejoras en la atención médica y esfuerzos educativos dirigidos a la prevención, es posible mitigar el impacto devastador de estas enfermedades prevenibles y salvar vidas en Argentina.
(Fuente: La Nación)