Continúa en Eldorado la búsqueda de más de un centenar de terneros, vacas preñadas y otros ejemplares de ganado vacuno que fueron extraídos en un robo ocurrido la semana pasada en una finca situada en Santiago de Liniers, propiedad del productor Julio Carrizo. Esperan respuestas del SENASA, de la Policía y de la Justicia. Este fin de semana, un testigo habría aportado datos importantes para el avance de la caus.
El sábado último, Carrizo junto a otros integrantes del grupo “Productores Autoconvocados contra el delito rural” intentaron conocer el destino que llevó un número importante de ejemplares vacunos, entre ellos muchos terneros, que esperaban en la costa del río Paraná ser transportados hacia la vecina orilla, según registro fotográfico que consta en manos de los productores del Alto Paraná.
En diálogo con la redacción de Radio Up 95.5 este domingo primer día de octubre, Carrizo relató su indignación por la marcha de la investigación que debiera haber comenzado el pasado 12 de septiembre, día del robo en su propiedad y que al día de la fecha solo se cimenta en rumores y acusaciones cruzadas.
El mismo día de la desaparición de los animales, que fueron sacados como en estampida, después de ser eliminado el cerco perimetral de la propiedad -relata Carrizo-, testigos señalaron una propiedad aledaña como el lugar donde estaría parte del ganado robado. Así lo comprobó la policía y por ese hecho Carrizo habría recibido amenazas de muerte por parte del propietario de la finca vecina, quien ante el hecho consumado de la presencia del ganado en su propiedad alegó desconocimiento sobre cómo fueron a parar allí.
Respecto de las circunstancias aludida, Carrizo precisó: “La propiedad está ubicada en el kilómetro 36 de la comuna de Santiago de Liniers; la ubicación de la propiedad hacia el norte, desde la ruta 17, hacia la costa del Piraí Miní. Allí, al momento del atraco tenía 308 cabezas. Al día siguiente me llamó el campero y me dijo que teníamos graves problemas, porque habían cortado el alambre, rompieron cadenas, candados. abrieron portones, hicieron una dispersión general de animales. Hicieron pasar de campo a campo. Entonces, cuando me informó eso, me comuniqué con el comisario Mendoza, quien hizo acudir inmediatamente a la policía de Santiago de Liniers al instante. A primera hora, comencé a hacer recoger los animales, también con la presencia de policías, esperando la orden de allanamiento al campo vecino, un campo alquilado por “Tato” Schendelbeck , que era la persona involucrada en la situación de mi amenaza de muerte”.
“Me siento desamparado”
Mientras espera la resolución de la Justicia respecto al hecho delictivo relacionado con el ganado y además, sobre la amenaza de muerte recibida según relató, ante la presencia de testigos, Carrizo comentó que el día en que junto a la Policía, reclutaban al ganado desde el campo de la persona conocida como “Tato”, mientras subían una cuesta desde la parte baja de la propiedad hacia la parte más llana “estaban trayendo los animales, ya ingresando al lugar del casco de la estancia del campo, cuando se acercó Tato y me grita que quería hablar conmigo. Y las palabras fueron las siguientes: ‘vos pensá que yo no tengo problema en cortar alambre, yo hago lo que quiero’. Le contesté que en ningún momento había dicho algo parecido, que lo estaba afirmando él y fue cuando me respondió: ‘Vos sos bastante picarito. Acá tenés las horas y los días contados”.
Por los hechos relatados, Carrizo realizó la denuncia pertinente, mientras continúa en procura de las cabezas de ganado, que según confió “podría estar en los numerosos campos de la zona, donde el SENASA no realiza los controles que debería y donde hay animales de dudosa procedencia.
En las últimas horas del sábado se habría presentado un nuevo testigo que podría aportar datos precisos sobre los propietarios y las propiedades donde podrían estar los más de un centenar de vacunos propiedad de Carrizo.
En tanto para el lunes esperan ser recibidos por autoridades del SENASA y los jefes policiales, ante quienes insistirán como grupo “Productores Autoconvocados contra el delito rural”, la adopción de urgentes medidas para de una vez por todas proceder en todo de acuerdo con la ley y evitar así pérdidas millonarias a los productores de la provincia.
El damnificado, Julio Carrizo cerró intentando describir su estado de ánimo ante los reiterados hechos delictivos en el ámbito rural: “Toda esta situación me genera mucha impotencia, porque se nota con la impunidad que se maneja esta gente, da la sensación que saben que nada pasa, siento un desamparo absoluto y todo este malestar genera que ya no quiera seguir trabajando y sacrificándome día a día en esta actividad, aún no se encuentran 120 de mis 131 animales robados”.