Podría incluir un compromiso con la educación pública de calidad como piden en el radicalismo; evalúan resignar el punto que propone una reforma política y electoral; ultiman detalles de la convocatoria en Córdoba.
La tarde caía fría en el patio de las palmeras de la Casa Rosada. Los encargados de empujar las icónicas leyes de Javier Milei y de organizar el Pacto del 25 de Mayo caían, uno a uno, en las oficinas del Ministerio del Interior, ubicado en la planta baja. El ministro anfitrión, Guillermo Francos; su segundo, Lisandro Catalán; la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; su mano derecha, Eduardo “Lule” Menem; el estratega Santiago Caputo y el vicejefe de Gabinete, José Rolandi celebraron allí un cónclave táctico para contar los votos en el Senado y para ajustar las clavijas de las próximas dos semanas, cruciales para los libertarios.
A los hombres más importantes del Gobierno y a la hermana del Presidente ya les queda muy poco tiempo para lograr la hazaña de sancionar la ley Bases y el paquete fiscal y para ultimar los detalles del “gran acuerdo nacional” de Córdoba que tendrá a Milei en el centro de la escena. Además de apremio, los libertarios tienen necesidad política. Por eso de la intransigencia del verano ahora pasaron a una etapa mucho más pragmática.
Según fuentes muy cercanas a Milei, además de aceptar nuevas modificaciones en las leyes, el Gobierno también podría admitir cambios en los diez puntos que integran el “Pacto de Mayo”. Son aquellos “mandamientos liberales” que el jefe de Estado leyó en su discurso del 1º de marzo y que hizo circular en una hoja membretada con letras cursivas y el escudo dorado, con una estética refundacional.
Si bien no hay nada definido, sobrevuela la posibilidad de que el Pacto de Mayo incluya un compromiso con la educación, un aspecto que es reclamado por la UCR. “Puede ser”, reconoció un ladero presidencial esta semana. Varios radicales comenzaron a tener un contacto asiduo con la Casa Rosada después de intercambiar pirotecnia durante meses en las redes sociales.
Cambio de postura
Hace un mes exacto, en la Casa Rosada repetían que la invitación que había hecho Milei a firmar el gran acuerdo nacional era un “contrato de adhesión” con diez puntos que no estaban sujetos a discusión. “No se mueve, adherís o no”, decía sin sonrojarse un colaborador muy cercano al Presidente.
Luego, los colaboradores de Milei comenzaron a admitir la posibilidad de resignar el punto nueve del pacto, el que propone “una reforma política estructural que modifique el sistema actual”. La idea de omitir este inciso obedeció a que el Gobierno, para obturar los pedidos de los partidos políticos aliados, comenzó a señalar que el contenido del pacto sería “puramente económico”. “No va a estar educación pero tampoco seguridad o salud”, argumentaban.
Ahora el Gobierno podría ceder otro tanto y admitir un compromiso con la educación dentro del texto que será firmado en Córdoba el Día de la Patria. La UCR ya anunció que quiere incluir un respaldo a la educación “accesible a todos los sectores sociales y de calidad”. Detrás de este reclamo están, tanto el jefe del bloque radical en Diputados, Rodrigo De Loredo, como el presidente de la UCR, Martín Lousteau y su aliado político, Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA y cara visible del reclamo universitario.
“Si solo se van a firmar los puntos que propone Milei, a Córdoba van a ir sus empleados y los aliados que les dicen a todo que sí”, fue el mensaje que el radicalismo le transmitió a la Casa Rosada.
Yacobitti y Santiago Caputo vienen teniendo un diálogo asiduo en las últimas semanas. El primer contacto para contener el conflicto por la gran marcha universitaria luego derivó en un ida y vuelta fluido. Allí conversaron no solo sobre los votos del radicalismo porteño en el Congreso, sino también sobre el texto del Pacto de Mayo.
En el Gobierno insisten que al evento, que tendrá lugar en el Palacio de Justicia con un halo patriótico, serán invitados aquellos gobernadores que hayan apoyado a la Ley Bases, los expresidentes que respalden la iniciativa, titulares de los bloques y los partidos aliados y representantes de la cúpula de Iglesia Católica y de otros credos. Habrá que ver si finalmente Milei reescribe sus “mandamientos” para ampliar la convocatoria de la cita en Córdoba.
(Fuente: La Nación)