El analista internacional Joaquín González dialogó con Radio Up y repasó algunos de los principales conflictos geopolíticos actuales, entre ironías, reflexiones y duras críticas al accionar de las potencias y también de la Argentina.
Desde el inicio, González sorprendió con una anécdota que despertó la risa en el estudio: la “conquista africana” que por poco convierte a Argentina en continental, insular y africana, gracias al insólito pedido de la isla de Anobón, en Guinea Ecuatorial, para sumarse al país. “Nosotros llevamos a la conquista africana unos 400 años tarde, pero no pasa nada”, bromeó.
Aunque el tono fue distendido, González dejó claro que detrás del pedido había una situación crítica: “Están atravesando una crisis dictatorial muy fuerte, muy sangrienta y estaban buscando alguna respuesta en el mundo internacional”, señaló, y explicó que la simpatía por Argentina surgía más de una percepción emocional que de una lógica política real. “Nos recuerdan como buenos hermanos, pero nada más”.
Pese a la ternura del gesto, desaconsejó cualquier tipo de anexión: “En términos diplomáticos, perderíamos el apoyo africano a la causa Malvinas”, explicó, y agregó: “No podemos ni patrullar la milla 201 náutica. Difícilmente podríamos proveer infraestructura y conexión a una isla que está más cerca de África que del continente americano”.
En la segunda parte de la charla, el foco cambió a Estados Unidos y el papel de Donald Trump. González aseguró que el expresidente se encuentra enfrentado incluso con Elon Musk, al punto de lanzar acusaciones cruzadas en redes sociales: “Cuando personalidades desequilibradas y megalómanas se encuentran, las lealtades son muy cortas”.
Sobre la política exterior de Trump, fue tajante: “El último veto de Estados Unidos en la ONU impidió una resolución que pedía liberar rehenes, el cese al fuego y entrada de ayuda humanitaria a Gaza. A eso le dicen que compromete la seguridad de Israel”, ironizó, y agregó: “Ese mismo día Israel bombardeó un hospital en Gaza, donde murieron periodistas, y atacó también zonas de Beirut”.
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También se refirió a la prohibición de ingreso a EE.UU. de ciudadanos de ciertos países, calificada como “una lista negra humanitaria”. “Trump dijo literalmente: ‘no los queremos’. Y los países incluidos –Afganistán, Haití, Sudán, Somalia– están entre los que sufren las peores crisis de hambre en el mundo”, denunció.
Con datos alarmantes, describió el drama en Sudán: “8 millones de personas desplazadas internas, 4 millones afuera, 7 millones en situación de hambre crítica. Violaciones, violencia sexual, y niños muriendo por desnutrición”.
Pero la crítica fue más allá del expresidente: “Lo grave es que no es solo Estados Unidos el que mira al costado, es la comunidad internacional”, alertó González. Y recordó una resolución de 2018 de Naciones Unidas que prohíbe usar el hambre como arma de guerra: “Eso no se está cumpliendo. La entrada de ayuda está bloqueada y estamos entrando en una situación crítica”.
Finalmente, trazó un diagnóstico general que no deja lugar al optimismo: “Estamos en un mundo donde la clase política, no solo regional sino global, está totalmente alejada de las emergencias y prioridades reales”.