Los senadores K y sus aliados, como la renovadora Magdalena Solari Quintana, habrían conseguido el apoyo de ex kirchneristas de Unidad Federal para conseguir el quórum y aprobar la continuidad para una jueza que quedó cesante por cumplir la edad jubilatoria y no contar con el acuerdo parlamentario.
Desde el bloque de senadores de Juntos por el Cambio, la principal coalición opositora, señalaron a medios nacionales que detectaron maniobras entre sus pares kirchneristas para forzar una sesión en la Cámara alta del Congreso de la Nación y darle acuerdo al pliego de la ex jueza de la Cámara de Casación, Ana María Figueroa, que estaba atrincherada en el cargo pese a haber cumplido la edad jubilatoria y carecer del aval parlamentario. Por insólito que parezca, Figueroa pretendía continuar en el cargo hasta conseguir el aval del Senado, sin firmar dictámenes ni sentencias que serían impugnadas por nulas. En septiembre cobró su sueldo de $3.700.000. Tras un pedido de los demás camaristas de Casación, intervino la Corte Suprema y la desplazó del cargo en base al artículo 99 inciso 4 de la Constitución Nacional.
De concretarse la convocatoria del Frente de Todos que esperan en la oposición, se daría un nuevo choque de poderes entre el Senado, cuya presidenta es Cristina Kirchner, y el máximo tribunal de Justicia, que cesó a la magistrada por no haber conseguido un nuevo nombramiento antes de cumplir 75 años de edad. En el oficialismo buscan sumar el acompañamiento de senadores del interbloque Unidad Federal, para alcanzar el quorum y aprobar el pliego de la jueza que debía definir la suerte de las causas Hotesur – Los Sauces y del Memorándum con Irán, donde CFK es la principal acusada.
Sobre este punto, es decir, el “poroteo” en el oficialismo para alcanzar el quorum, los senadores misioneros Maurice Closs –que forma parte del bloque del Frente Nacional y Popular– y Magdalena Solari Quintana –del bloque unipersonal Misiones– acompañan al kirchnerismo en su intento de aprobar 74 pliegos judiciales, entre ellos, el de la camarista alineada al kirchnerismo, Ana María Figueroa.
En este escenario, senadores de Juntos por el Cambio dijeron al diario La Nación, que el oficialismo habría conseguido el apoyo de los senadores peronistas rebeldes para conseguir quorum y llevar la semana próxima al recinto el tratamiento de la ley de alquileres, una iniciativa relacionada con los créditos UVA, los pliegos de unos 70 jueces ya enviados por el Poder Ejecutivo e insistir con el nombramiento de Figueroa.
¿Por qué es indispensable para CFK, el nombramiento de Figueroa en la Sala 1 de Casación? Es que esta jueza dijo que consideraba que la vicepresidenta de la Nación había sufrido persecución judicial, en línea con la idea del “law-fare” esgrimida por el kirchnerismo. Y Figueroa tenía que aportar el tercer voto –que desempata votaciones– en la decisión de Casación respecto de si se reabre o se archiva la causa Hotesur – Los Sauces, donde Cristina, Máximo y Florencia Kirchner, están acusados de lavado de activos.
La jugada por el nombramiento de la ahora ex jueza, fracasó en dos oportunidades en el Senado, porque el oficialismo no reunió los 37 senadores que necesitan para lograr el quorum y abrir la sesión. Ahora insistirán con el pliego de la ex magistrada con el agravante institucional que se trata de una ex jueza.
No obstante, el oficialismo en el Senado quiere darle acuerdo y así plantear un conflicto de poderes con la Corte, al sostener que el máximo tribunal avanzó sobre atribuciones del Poder Legislativo. Ante esto, el ex senador Federico Pinedo –un referente de la candidata Patricia Bullrich– opinó que sancionar el pliego de la ex jueza, “es una provocación. Sería una aberración jurídica, ya que no es más jueza. Si eso ocurre. quedaría demostrado que, en lugar de ser una jueza de la ley, Figueroa era una jueza del poder”, sentenció el hombre que se menciona como posible Canciller en un hipotético gobierno de Bullrich, si resulta presidente.
En la suerte del pliego de Figueroa, que constitucionalmente ya no es jueza y no puede aprobarse una extensión en sus funciones, dependerá de lo que ocurra este domingo en Chaco, donde el gobernador ultrakirchnerista Jorge “Coqui” Capitanich busca su reelección. Si gana, será un envión para los kirchneristas en el senado, pero si pierde, sería más complejo sumar voluntades para tratar el pliego de Figueroa.
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