Cientos de miles de personas intentan abandonar el norte de Gaza este fin de semana mientras tropas israelíes se reúnen junto a la Franja preparándose para una extensa incursión militar por «mar, tierra y aire».
En el norte de Gaza viven alrededor de 1,1 millones de habitantes. Su evacuación fue calificada como «imposible» por organismos internacionales.
La Organización de Naciones Unidas advirtió que la orden de evacuación lanzada por Israel puede generar «consecuencias humanitarias devastadoras» y que Gaza está siendo empujada «hacia un abismo».
En un comunicado, las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron «estar preparándose para una ofensiva integral» con la ayuda de cientos de miles de reservistas, aunque sin precisar cuándo ocurrirá.
El objetivo de la Operación Espadas de Hierro, aseguran, es eliminar toda presencia del grupo militante Hamás.
“Todo miembro de Hamás es un hombre muerto”, dijo el primer ministro isrelí, Benjamín Netanyahu, después de que milicianos del grupo mataran a 1.300 personas en un brutal ataque dentro de Israel el 7 de octubre.
Hamás gobierna Gaza desde 2007
Una invasión terrestre de la Franja de Gaza implica combates urbanos casa por casa y acarrea enormes riesgos para la población civil.
Los ataques aéreos ya han matado a cientos y más de 400.000 personas han huido de sus hogares.
Muchos de estos huyeron a la ciudad de Jan Yunis en el sur de Gaza. Muchos iban en carro, pero otros caminando si no había otra opción.
Se estima que la población de Jan Yunis se duplique en las próximas horas con la llegada de los refugiados, según reporta el periodista de la BBC Rushdi Abu Alouf.
Israel incluso ha lanzado un ultimátum a los hospitales, algo que fue rechazado por la Organización Mundial de la Salud.
«Obligar a más de 2.000 pacientes a trasladarse al sur de Gaza… podría equivaler a una sentencia de muerte», dijo el organismo en un comunicado. Algunos habitantes afirmaron que no se marcharán.
«No voy a ir al sur, básicamente, porque es mentira, no hay ningún lugar que sea seguro», dijo el gazatí Mahmoud Shalabi a la BBC. Como ejemplo señaló el caso de una explosión que mató a decenas de civiles que evacuaban el viernes.
Muchos tienen la esperanza de que Egipto pueda abrir el paso fronterizo que existe con Gaza para poder encontrar un lugar seguro.
«Estamos sufriendo por no tener nada, ningún alivio», dijo a la BBC el gazatí Muhammad, de 31 años.
«La situación es tan mala que ni siquiera moverse es seguro», añadió al calificar los últimos tres días como «indescriptibles».
«Aquí somos rehenes de ambas partes, de Israel y de Hamás», continuó Muhammad.
«Si Israel no es capaz de ubicar a Hamás, no debe bombardear a los civiles ni a la infraestructura. No somos animales, no estamos en un zoológico, somos seres humanos», lamentó.
(Fuente: BBC)