Lo reveló el presidente de Miscoopgas Omar Cabral. El gobierno comunicó al sector que buscan liberar el mercado del gas butano, que actualmente está subsidiado. Así, la tonelada del gas que se envasa, pasaría de los actuales $137 mil a $414 mil, un incremento que se trasladará a precios. Pero además, el aumento del combustible y los salarios, también impactan en la garrafa al público.
El gobierno nacional avanza hacia un esquema de desregulación del sector del gas envasado y al retirar los subsidios que se pagan desde hace décadas, el butano que se vende en escala mayorista, triplicaría su valor a partir del mes de abril, si se cumple lo señalado por funcionarios de la Secretaría de Energía de la Nación, según reveló este martes, Omar Cabral, el presidente de Miscoopgas al programa “El País de la Libertad” que se emite por Radio Up 95.5
De acuerdo con Cabral, actualmente las cooperativas y empresas que envasan garrafas adquieren el butano a un valor de $ 137 mil por tonelada, por los subsidios nacionales. A partir de abril, la tonelada de butano pasaría a costar $414 mil, equiparando los valores de exportación, aumento que terminará impactando en el precio final de las garrafas que a febrero se vendían a unos $7.500 (10 kilos).
“Hubo reuniones durante febrero de algunos funcionarios de la Secretaría de Energía de Nación, con representantes de las cámaras empresariales que agrupa las empresas fraccionadoras de gas. En esas reuniones, lo que los funcionarios indicaron es la decisión del Gobierno Nacional de avanzar hacia una liberación del mercado del gas licuado de petróleo, lo que, en principio, según tenemos hemos entendido, ocurriría en el mes de abril”, comentó Cabral a este medio.
De acuerdo con el presidente de Miscoopgas, se trata de “comunicaciones verbales”, por lo que, a la fecha, “no hay de por medio ningún tipo de comunicación formal por escrito”. Sin embargo, “la operatoria y el mercado, del día a día, tienden a indicar que va a ocurrir eso, digamos, que el 1º de abril comienza una etapa de liberación del mercado de GLP, se quitan las regulaciones, y a partir de ese momento, pasaría a ser un sistema libre de mercado”.
En cuanto a los valores que podrían darse a partir del cuarto mes del año, Cabral explicó que “todo va a depender del valor que para esa fecha tenga el precio, lo que se llama precio paridad de exportación, que es el precio del mercado, del producto que nosotros compramos. Nosotros hasta la fecha, en principio hasta el 31 de marzo, tenemos una parte subsidiada en el producto que compramos y también está subsidiado el precio de venta al público. Una vez que se libera, como se está indicando que pasaría, se libera el mercado, nosotros pasaríamos a pagar el precio pleno, el precio del mercado y eso se tendría que trasladar al precio final al público”, puntualizó el cooperativista.
“El precio del mercado va variando mes a mes, esa es una publicación que todos los meses hace la Secretaría de Energía de la Nación y dependerá de eso cuál sería el precio (al público). Nosotros suponemos que la tonelada de butano en abril tendría que estar alrededor de los $414 mil, la tonelada, y hoy estamos pagando $137 mil”, detalló Cabral, aclarando que “el precio producto es un componente de la estructura de costos.”
Un aumento del butano mayorista, “no es que se replica totalmente en la estructura de costos el precio del producto, pero evidentemente es lo que más incide. Así que sí va a haber, si se produce esta liberación plena como se está anunciando, un importante incremento en valor de la garrafa”, vaticinó Cabral, confirmando que actualmente, se paga un tercio del valor internacional del butano. “Hoy el precio paridad de exportación publicado para el mes de marzo es de $414 mil pesos la tonelada”, subrayó.
Sin embargo, además del encarecimiento del butano, hay otros factores que inciden en el precio de las garrafas, según comentó Cabral. Los $137 mil por la tonelada de butano, es “un valor neto” en el que “no están incluidos los impuestos, el precio de transporte, del flete que nosotros tenemos que absorber para poder traerle el producto hasta Misiones y no están incluidos los demás componentes”, aclaró Cabral.
“La mayor parte de nuestros insumos y repuestos en bases están atados al valor del dólar. En el salario (de los trabajadores del sector) tenemos una paritaria de ajuste mensual por inflación y además hace ya un tiempo atrás, desde el año 2023, porque siempre había una distorsión en los precios de nuestra región respecto a las zonas centrales del país”, confió el cooperativista, apuntando a los cambios en el precio de las garrafas.
“Lo que la Secretaría de Energía hizo fue como una especie de actualización de apartamientos en el precio por provincia, tratando de alguna manera de compensar esta diferencia de costo de transporte que nosotros tenemos en relación con otras. empresas del centro del país que están más cerca de los puntos de carga. La suma de todas estas cuestiones, impositivas, logísticas y operativas, hacen que se llegue a Misiones al precio que hoy nosotros tenemos, que maneja Miscoopgas, que es de $7.500 la garrafa (de 10 kilos)”, detalló Cabral, sobre la posibilidad de incrementos ligados a la desregulación.
En esa línea, Cabral no descartó incrementos en las garrafas ya en el mes de marzo, antes del posible quite de subsidios. “Hasta hoy no está nada definido. Yo entiendo que tendría que haber un ajuste porque, como explicaba recién, todo nuestro costo operativo, más allá de que el valor del producto sea mantenido estable, el resto ha ido aumentando: salarios y combustibles. Eso impacta en la estructura de costo”, argumentó.
Por otra parte, Cabral mencionó que además del corte en el subsidio, el gobierno nacional planea eliminar los cupos que había fijado a la compra de butano. “Si se desregula el mercado, evidentemente termina este sistema de cupos. Cada empresa podría adquirir la cantidad de gas que le permita su capacidad de envasado. O sea, la cantidad de envases aptos que tiene para poder envasar. Y como que ese sería el límite ya no existiría un cupo establecido por la autoridad de aplicación, sino que el límite surgiría de la cantidad de productos aptos que uno tiene para envasar”, recalcó.
Sin la cupificación, mucho va a depender “de la posibilidad que las empresas tengamos de acceder al producto, porque hay otra cuestión: si se desregula el mercado, se libera todo, también en principio las empresas exportadoras tendrían la posibilidad de exportar el producto y no tendrían la obligación que hoy tienen, de abastecer a la determinada empresa de acuerdo al cupo que establecía la Secretaría de Energía. Cada empresa tendría que salir a buscar su proveedor y la cantidad de productos que necesita para poder operar”, concluyó.