Julio no solamente nos trae un fuerte descenso climático en las temperaturas, lo que en la agenda viene acompañado del receso invernal de dos semanas en donde los chicos no van a la escuela y parte de la administración pública se paraliza, sino que también nos deja el recordatorio de 6 meses del año cumplidos con logros y pendientes por realizar de aquí al final del año.
En este camino se encuentra el gobierno nacional, una sensación un tanto ambigua, entre victorias y especulaciones; con modificaciones en la hoja de ruta, cambios de nombres, reformas y la espera de una gran convocatoria de la cúpula dirigencial nacional en un acuerdo amplio que permita sostener los acuerdos legislativos que se plasmaría la semana que viene en un remix del Pacto de Mayo el 9 de Julio.
Con la aprobación de la Ley Bases y del Paquete fiscal, comenzó una segunda etapa durante la cual las herramientas obtenidas desde el Congreso, permitirían iniciar un amplio proceso de reformas estructurales, en los organismos del estado, la política monetaria, el régimen de inversiones y la reactivación de la obra pública.
En el medio queda la sociedad que aún no se inclina en un posicionamiento definitivo de convencimiento por la positiva o negativa de la situación. Pareciera más bien que un tanto entendiendo y un tanto aguantando impacientemente, aguardan la aparición de mejoras, con la esperanza que el número de la inflación alguna vez llegue lo más cercano a cero y los salarios tengan mejoras significativas, porque semana a semana continúan recibiendo aumentos en el nivel de vida que cada vez es mayor.
Si bien tuvimos en estos primeros 6 meses la vuelta a un dígito en la inflación, que aún continúa con una proyección del 140% anual, también se ha evidenciado un aumento en la desocupación, alcanzando a más de un millón de personas, un 55% de pobreza y una caída de la actividad económica del 1,7%, acompañado por una nueva subida del dólar a niveles de diciembre del año pasado.
Los próximos pasos van por el camino de la reforma. El día sábado se publicó en el Boletín Oficial la eliminación de la Agencia Télam tal cual la conocíamos, para convertirse en una sociedad anónima unipersonal. También adelantó el presidente la creación esta semana del nuevo Ministerio que va a encabezar Federico Sturzenegger, que tendrá a su cargo la implementación de reformas estructurales y el desarme de otros organismos del Estado, para lo cual Milei adelantó el envío al Congreso de la “Ley de Hojarascas”, que son la eliminación de 100 leyes que implican más de 100 reformas estructurales según explicó.
Asimismo, al día siguiente de la aprobación del paquete de medidas fiscales, el ministro de Economía (Luis Caputo) anunció un nuevo esquema de reformas monetarias, que marcarían el inicio de una nueva etapa en el plan macroeconómico. Toto Caputo y el presidente del Banco Central Santiago Bausili, se reunieron además con los principales banqueros, para iniciar este proceso de reformas y dar lugar a la salida del cepo, que para muchos de los expertos es de imperiosa necesidad su levantamiento, mientras que desde el gobierno aún se maneja con suma cautela esta posibilidad, lo que arrojó un lunes negro ya que la jornada de ayer quedo marcada por la fuerte subida del dólar, la caída de las acciones y el aumento del riesgo país.
A medida que avanzamos en la segunda mitad del año, el desafío para el gobierno será transformar las reformas legislativas y estructurales en mejoras concretas para la población. La paciencia de la sociedad, aunque comprensible, tiene límites, y los indicadores económicos deben mostrar señales claras de recuperación. El camino no será fácil, el gobierno tiene la oportunidad de consolidar su agenda y generar un impacto positivo duradero, el descontento al igual que muchos animales se encuentra en una suerte de hibernación, esperemos que con la llegada del verano el calor no se sienta en forma de explosión también en las calles, consecuencia de una economía y un país que no arrancan.