Con motivo del Día Mundial contra la Obesidad, el Dr. Eduardo Carrozo, especialista en Cirugía Bariátrica y Metabólica del Hospital Madariaga, dialogó con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5 y profundizó en los desafíos y el manejo de esta compleja condición en el ámbito público.
Según el Dr. Carrozo, en el hospital se realizan entre dos y cuatro cirugías bariátricas al mes, sumando entre 35 y 40 intervenciones en lo que va de 2024. Además, destacó un cambio en el perfil de los pacientes que consultan: “La mayoría son mujeres, y estamos viendo cada vez más personas jóvenes que llegan con menor nivel de obesidad”.
Un abordaje integral para un problema complejo
Carrozo explicó que el Hospital Madariaga recibe pacientes con una variedad de patologías, y la cirugía bariátrica es solo una de sus especialidades. Para el equipo médico, el proceso comienza con una consulta de admisión interdisciplinaria. “El paciente que quiere someterse a cirugía debe pasar por una consulta de admisión seis meses antes del quirófano. Esa primera consulta es esencial, ya que muchas veces los pacientes tienen miedo, dudas o vergüenza”, comentó.
Este proceso de admisión es multidisciplinario, incluyendo la evaluación de clínicos, nutricionistas, cirujanos y psicólogos, lo que permite determinar el tratamiento adecuado para cada caso. “Imagínate que el tratamiento es como una silla que tiene cuatro patas”, explicó el Dr. Carrozo. “Una pata es el chequeo médico, otra es la nutrición, la tercera es el aspecto emocional y psicológico, y la última es la cirugía”.
La fase de evaluación previa es extensa y rigurosa, y en ella no todos los pacientes terminan necesitando la intervención quirúrgica. “Muchos pacientes mejoran con medicación y cambios en su estilo de vida y no requieren la cirugía”, aclaró Carrozo.
En cuanto a los nuevos tratamientos farmacológicos para la obesidad aprobados recientemente, el Dr. Carrozo destacó que, aunque estas drogas pueden ser efectivas, deben utilizarse bajo supervisión médica. “Mi valoración es que esos medicamentos son muy buenos siempre y cuando se indiquen en forma correcta y por un profesional acreditado”, comentó. Sin embargo, alertó que estos fármacos no son una solución mágica: “La gente cree que toma la pastilla y en dos semanas perdió 20 kilos, y eso no le va a suceder”.
La efectividad de la medicación, al igual que la de la cirugía, depende de un cambio integral de hábitos. “Si usted ingiere el medicamento y no cambia su estilo de vida, no va a cambiar de peso”, sentenció el Dr. Carrozo. Añadió que, además de un ajuste gradual en las dosis, estos tratamientos suelen causar molestias gastrointestinales que requieren adaptación y constancia.
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La actividad física, pilar de los cambios de hábitos
Para el Dr. Carrozo, la actividad física es un componente indispensable en el tratamiento de la obesidad. “Es la única manera de perder peso y mantenerlo”, afirmó. Al describir su relevancia, explicó que la actividad física y los cambios de hábitos deben ir “por encima del tratamiento”, y que sin ellos, ni la cirugía ni la medicación tendrán efectos duraderos. “Podés venir al consultorio, yo te puedo indicar una medicación, pero si en tu casa no hacés actividad física, no descansás correctamente, no comés bien, el remedio no le va a funcionar, la cirugía no le va a funcionar, no le va a funcionar nada”, subrayó.
Por otro lado, el especialista mencionó que hoy en día es posible realizar cirugías bariátricas mínimamente invasivas, como las laparoscópicas y robóticas, lo que permite intervenir incluso en pacientes con condiciones previas, siempre que estén estabilizados antes de la operación. “La cirugía bariátrica en la actualidad se puede indicar a la gran mayoría de los pacientes con las técnicas mini invasivas”, afirmó el Dr. Carrozo, destacando cómo la tecnología ha ampliado las posibilidades quirúrgicas.
En tanto, el Dr. Carrozo subrayó la importancia de comprender que la obesidad es una enfermedad que requiere un abordaje responsable y completo. “La cirugía es una herramienta muy buena, pero es la herramienta que tiene mayor riesgo. Por eso trabajamos desde la admisión, aproximadamente unos seis meses antes de ofrecerla como una opción”, señaló.
Este enfoque integral busca no solo la reducción de peso, sino un cambio permanente en el estilo de vida del paciente. Como finalizó el Dr. Carrozo, “la cirugía bariátrica es solo una herramienta, no una magia”.