En el marco del Día Internacional de la Dislexia, Rosana Mercado, delegada en Misiones de la organización DisFam, dialogó con “El País de la Libertad” y reflexionó sobre los desafíos que enfrentan las familias y los sistemas educativos para atender adecuadamente este trastorno. La dislexia, aunque común, sigue siendo un reto en cuanto a su detección temprana, abordaje terapéutico y el acceso a los tratamientos necesarios.
“Hoy se visibiliza el Día Internacional de la Dislexia con azul turquesa, que es un color que nos acompañó siempre y es símbolo para nuestros chicos también”, mencionó Mercado, quien forma parte de DisFam, una asociación sin fines de lucro que busca generar conciencia y apoyo para las personas con dislexia en Misiones. “Nuestro inmediato es en Buenos Aires y, acá en Misiones, estamos trabajando con un grupo de padres para visibilizar este trastorno”, agregó.
Educación y dislexia: una relación compleja
Uno de los aspectos claves en la lucha por la inclusión de personas con dislexia es la relación con el sistema educativo. En este sentido, Mercado comentó sobre los esfuerzos que se están realizando para capacitar a docentes en la identificación temprana del trastorno: “Realmente es un trabajo grande y de hormiga”, reconoció.
En Garupá, por ejemplo, lograron organizar una charla con docentes comprometidos, pero resaltó la dificultad de convocar a más educadores debido a sus compromisos laborales: “Es muy difícil, porque aunque ofrecemos capacitaciones gratuitas, los horarios de los docentes y sus otras responsabilidades suelen interponerse”.
Esta falta de tiempo para la formación se contrapone a la importancia de que los docentes cuenten con las herramientas necesarias para detectar la dislexia en las aulas. “Estamos para acompañar al docente, no para criticar ni poner obstáculos”, aclaró Mercado, subrayando el enfoque de colaboración que promueve DisFam.
En cuanto a los síntomas que presentan los niños con dislexia, Mercado compartió su experiencia personal como madre de un joven con este trastorno. “No hay dos disléxicos iguales, como no hay dos personas iguales”, explicó. En el caso de su hijo, notaron algunos indicadores tempranos, como dificultades para caminar y hablar. “Le cuesta leer, escribir, y también el manejo del tiempo y el espacio”, describió.
Asimismo, mencionó que las dificultades con la memoria a corto plazo y la orientación son comunes. “Son chicos muy inteligentes, pero les cuesta expresarse de una forma que los demás entiendan”, explicó, subrayando la importancia de las terapias de apoyo, como las brindadas por psicopedagogos, fonoaudiólogos y psicólogos, para ayudar a las personas con dislexia a desarrollar estrategias que les permitan mejorar su desempeño académico y en la vida diaria.
Obstáculos en la cobertura de tratamientos
Una de las principales barreras para las familias es la cobertura de los tratamientos por parte de las obras sociales. A pesar de que la Ley 27.306 garantiza derechos para las personas con dislexia, Mercado afirmó que “cuesta mucho” lograr que las obras sociales cubran las terapias necesarias. “Nuestros hijos tienen dislexia de por vida, no es algo que desaparezca”, explicó, y destacó que los niños deben asistir regularmente a sesiones con diversos profesionales para desarrollar sus habilidades.
“Es una lucha constante”, dijo Mercado, explicando que la dislexia no solo afecta el aprendizaje, sino que también puede generar dificultades emocionales debido al bullying o la frustración que experimentan los niños cuando no logran seguir el ritmo de sus compañeros en actividades basadas en la lectura y escritura.
A pesar de los obstáculos, Mercado destacó los logros que se pueden alcanzar con el apoyo adecuado. “Mi hijo tiene 22 años y es guardavidas. Llegó a su meta y su desarrollo fue total”, relató. Resaltó que las personas con dislexia pueden alcanzar cualquier objetivo, pero lo hacen de manera diferente. “Aprenden de forma distinta, más pausada, pero llegan”, concluyó, alentando a las familias y educadores a ser pacientes y persistentes en su acompañamiento.
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Que es la dislexia
La dislexia es un trastorno del aprendizaje que consiste en la dificultad en la lectura debido a inconvenientes para identificar los sonidos del habla y aprender a relacionarlos con las letras y las palabras (decodificación). La dislexia, también llamada «discapacidad para la lectura», es una consecuencia de diferencias individuales en las áreas del cerebro que procesan el lenguaje.
La dislexia no se debe a problemas intelectuales, de la audición o de la vista. La mayoría de los niños con dislexia pueden tener un buen resultado en la escuela con un programa de tutorías o de educación especializada. El apoyo emocional también juega un papel importante.
Si bien la dislexia no tiene cura, la evaluación y la intervención tempranas dan excelentes resultados. Hay casos en los que, por años, la dislexia no se diagnostica y no se identifica hasta la adultez, pero nunca es tarde para buscar ayuda.
Síntomas
Los signos de la dislexia pueden ser difíciles de reconocer antes de que tu hijo empiece la escuela, pero algunas señales tempranas pueden indicar la existencia de un problema. Una vez que el niño alcanza la edad escolar, es posible que el maestro de tu hijo sea el primero en notar el problema. El nivel de gravedad varía, pero el trastorno suele manifestarse claramente cuando el niño comienza a aprender a leer.
Antes de la escuela
Los signos que indican que un niño pequeño podría presentar dislexia incluyen los siguientes:
- Tarda en comenzar a hablar.
- Aprende palabras nuevas a un ritmo lento.
- Tiene problemas para formar palabras correctamente, por ejemplo, invierte los sonidos de las palabras o confunde palabras que suenan parecido.
- Tiene problemas para recordar o nombrar letras, números y colores.
- Tiene dificultades para aprender canciones infantiles o jugar juegos de rimas.
Edad escolar
Una vez que tu hijo esté en la escuela, es posible que los síntomas de la dislexia se hagan más visibles, entre ellos:
- Un nivel de lectura muy por debajo del que se espera para su edad
- Problemas para procesar y comprender lo que escucha
- Dificultad para encontrar la palabra correcta o elaborar una respuesta a una pregunta
- Problemas para recordar secuencias de cosas
- Dificultad para ver (y, ocasionalmente, escuchar) similitudes y diferencias entre letras y palabras
- Incapacidad para pronunciar una palabra desconocida
- Dificultad para deletrear
- Necesitar mucho tiempo para completar tareas que implican leer o escribir
- Evitar actividades que requieran leer
Adolescentes y adultos
Los signos de la dislexia en adolescentes y adultos son similares a los de los niños. Algunos síntomas comunes de la dislexia en adolescentes y adultos incluyen los siguientes:
- Dificultad para leer, incluso para leer en voz alta
- Lectura y escritura lentas y trabajosas
- Problemas de ortografía
- Evitar actividades que requieran leer
- Mala pronunciación de nombres o palabras, o dificultad para encontrar las palabras
- Necesitar mucho tiempo para completar tareas que implican leer o escribir
- Dificultad para resumir una historia
- Problemas para aprender un idioma extranjero
- Dificultad para entender problemas matemáticos