En el marco del Día de la Enfermería, Erica Fernández, Licenciada en Enfermería y Doctora en Ciencias Humanas y Sociales, dialogó con “La Última Rosca” de Radio Up 95.5 y ahondó sobre los desafíos de la profesión en Argentina. La especialista destacó la importancia de una adecuada remuneración salarial para evitar la fuga de profesionales a países vecinos como Brasil, e hizo hincapié en el déficit de personal en el país, donde la proporción actual está lejos de los estándares recomendados a nivel internacional.
“El enfermero es una de las profesiones más demandas en el mundo”, destacó Fernández, y agregó: “Sin embargo, en Argentina sigue siendo una de las más postergadas en términos de reconocimiento, tanto social como económico”. Este reconocimiento, según la especialista, pasa principalmente por el salario, que no refleja la importancia ni la carga de responsabilidad de quienes trabajan en esta área.
Falta de inversión en el personal
Por otro lado, Fernández fue enfática al mencionar que el problema más crítico para el sector es la falta de una remuneración acorde. “El principal problema del sector es la materia pendiente de la remuneración salarial adecuada”, afirmó, señalando que esto no solo afecta a los profesionales actuales, sino también a las futuras generaciones que podrían elegir esta carrera.
Además, comparó la situación en Argentina con la de países vecinos, como Brasil, que ofrecen mejores condiciones laborales. “En materia de salarios, la región, sobre todo Brasil, ofrece mejores salarios, lo cual es una pérdida de recursos muy grande para nuestro país”, sostuvo. La especialista lamentó que muchos profesionales altamente capacitados opten por migrar para poder vivir dignamente, dejando a los hospitales y centros de salud locales en una situación de escasez.
Más allá de la cuestión salarial, existe un problema aún más profundo: la falta de personal suficiente para cubrir la demanda. Según Fernández, “en Argentina tenemos 35 enfermeros por cada 10 mil habitantes, cuando lo recomendable a nivel general es que haya 1 enfermero cada 8 pacientes”.
Esta proporción, explicó, no solo implica una sobrecarga laboral para los profesionales en ejercicio, sino que también compromete la calidad de atención que reciben los pacientes. “El agotamiento físico y emocional es una realidad para muchos enfermeros que deben cubrir más de lo que humanamente pueden abarcar”, dijo Fernández.
La brecha entre lo ideal y lo real no solo afecta a los enfermeros, sino que tiene un impacto directo en la salud pública. “Cuando no hay suficientes enfermeros, los pacientes son los primeros en sufrir las consecuencias. Se necesita una política de Estado que aborde esta problemática de forma integral”, afirmó.
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Enfermería: vocación y sacrificio
A pesar de las adversidades, Fernández resaltó el compromiso y la pasión que caracteriza a los enfermeros. “Quienes eligen esta profesión lo hacen por vocación, por el deseo de cuidar y ayudar a las personas en sus momentos más vulnerables. Pero la vocación no puede ser la única motivación; se necesitan condiciones laborales dignas”, expresó.
La especialista subrayó que muchas veces los enfermeros trabajan en jornadas extensas y en condiciones precarias, sin los recursos necesarios para desempeñar sus tareas de manera óptima. “En muchos casos, los enfermeros son quienes sostienen el sistema de salud, pero no se les reconoce como se debería. Es una contradicción que no podemos seguir ignorando”, opinó.
Finalmente, Fernández hizo un llamado a las autoridades y a la sociedad en general: “Es momento de que los enfermeros sean reconocidos como actores fundamentales del sistema de salud. Esto implica salarios justos, condiciones laborales adecuadas y políticas públicas que incentiven la formación y la retención de talentos”.
En tanto, reflexionó sobre el futuro de la profesión: “La enfermería tiene un papel central en el bienestar de nuestra sociedad. Reconocer su importancia no es solo una cuestión de justicia, sino una inversión en la salud y en la calidad de vida de toda la población”, completó.