El 25 de enero de 1997, el periodista y fotógrafo José Luis Cabezas fue asesinado en una cava de General Madariaga, en momentos en los que cumplía con su trabajo en la costa atlántica. Por eso, cada 25 de enero, en Argentina se conmemora el Día del Reportero Gráfico.
A raíz de la sanción de la Ley 24.876, que nació el 10 de septiembre de 1997, y promulgada el 13 de octubre de ese mismo año, es que se estableció tal fecha.También, el Día del Reportero Gráfico busca luchar contra la censura que todavía existe y gira en torno a esa profesión.
No se olviden de José Luis Cabezas
Durante el verano de 1996, el reportero en cuestión le sacó dos sorpresivas fotos al empresario Alfredo Yabrán, en el marco de una investigación periodística por casos de corrupción.
Poco tiempo atrás, el ex ministro de Economía de la Nación, Domingo Cavallo, lo había acusado de ser “jefe de una mafia enquistada en el poder”.
Alfredo Yabrán era temido por todos. Su rostro causaba misterio. De hecho, alguna vez manifestó: “Sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la frente”.
Las instantáneas que logró obtener Cabezas del empresario en una playa de Pinamar junto a su mujer caminando por la arena, fueron las primeras que trascendieron de él, y permitieron que la revista Noticias las utilice en su tapa en marzo, y así el país conociera por fin su rostro. A menos de un año de aquel suceso, ocurrió el crimen del fotógrafo.
La muerte de José Luis Cabezas
En la madrugada del 25 de enero, Cabezas regresaba de una fiesta en la casa del empresario Oscar Andreani, en Pinamar, cuando fue interceptado por un grupo de hombres liderado por Gustavo Prellezo, un oficial de la Policía Bonaerense.
Cabezas fue secuestrado y, minutos después, su vehículo fue encontrado en las cercanías de General Madariaga, con el cuerpo del fotógrafo calcinado dentro del auto. La policía halló los restos de Cabezas dentro de un Fiat 147 quemado, con las manos esposadas y dos disparos en la cabeza.
Después de meses de investigación, se comprobó que el crimen fue perpetrado por una banda que respondía a las órdenes de Alfredo Yabrán, accionista mayoritario de la empresa postal OCA y propietario de firmas dedicadas a transporte, logística y seguridad, un poderoso hombre de negocios.
El entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, había expuesto su nombre un año antes, al acudir al Congreso de la Nación, acusándolo de estar vinculado a hechos de corrupción y de ser un jefe mafioso con protección política y judicial.
Yabrán, que había contratado para su aparato de seguridad a expolicías exonerados de la bonaerense y a represores de la última dictadura, había pasado a ser un nombre conocido, y Cabezas le puso rostro a esa figura que hasta entonces era desconocida. Lo retrató caminando en la playa junto a su esposa, y esa foto fue tapa de la edición de Noticias del 3 de marzo de 1996.
El juicio
Por el homicidio de José Luis Cabezas, fueron condenados entre otros acusados, el jefe de custodia de Alfredo Yabrán, Gregorio Ríos, por ser considerado el instigador, y el comisario de Pinamar Alberto Gómez, por haber dispuesto la liberación la zona para que se cometiera el hecho de sangre.
El 15 de mayo de 1998, la Justicia emitió una orden de captura contra el empresario, a quien acusaron de ser el autor intelectual del crimen. Cinco días después, cuando la policía había rodeado su estancia en la provincia de Entre Ríos tras haber descubierto su paradero, se apuntó con un arma en la boca y se disparó.
Muchas versiones circularon en torno a su muerte, y también se corrió el rumor de que Alfredo Yabrán estuviera aún con vida, ya que en 2002 se registró una operación comercial a su nombre.
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(Fuente: Infobae/TN)