El nuevo presidente de la Federación Universitaria Argentina advierte sobre un año difícil para la educación superior y plantea la necesidad de modernizar las universidades.
El fin de semana pasado, Joaquín Carvalho fue electo presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA). Con 26 años y a punto de graduarse como licenciado en Ciencia Política en la Universidad Nacional de Rosario, Carvalho asume la conducción de la organización estudiantil con un panorama complejo: ajuste presupuestario, posibles conflictos gremiales y la necesidad de actualizar los planes de estudio en muchas universidades.
En diálogo con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5, Carvalho, quien pertenece a la agrupación Franja Morada, explicó cómo se dio su llegada a la presidencia: “Nosotros en diciembre del año pasado, en la máxima instancia de la representación de nuestra organización, definimos las candidaturas a la FUA y nuestros compañeros nos eligieron a mí y a Alexia, que es otra compañera de la Universidad de Arturo Jauretche, para hacer la fórmula para conducir la FUA”.
Presupuesto y movilización
Uno de los principales desafíos de la FUA en 2025 será la cuestión presupuestaria. Carvalho advirtió que la continuidad de la educación pública está en riesgo si no se garantiza el financiamiento adecuado. “Por tercer año consecutivo el Gobierno Nacional reconduce el presupuesto, entonces a nosotros no nos deja más alternativa que seguir discutiendo la dimensión material porque es lo que realmente necesitamos para seguir funcionando”, sostuvo.
En este sentido, el dirigente aseguró que la FUA continuará trabajando en conjunto con las universidades y la sociedad para visibilizar el problema. “La cabeza está puesta en la cuestión más de movilización en contra del ajuste del gobierno a las universidades”, afirmó.
La modernización de la educación superior
Otro de los puntos centrales de la agenda de la FUA es la actualización de los planes de estudio. “Nosotros vivimos en una universidad del siglo XXI que particularmente en muchas carreras, en muchas universidades, los planes de estudio no son acordes a la época. Eso nos deja una deuda muy grande”, señaló Carvalho, y agregó: “Muchas veces se habla de la deserción estudiantil solo desde la dimensión económica, pero nosotros entendemos que hay mucha deserción en la cuestión académica, entonces también queremos trabajar para solucionar esos problemas”.
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Carvalho también destacó la importancia de adaptar la universidad a los cambios tecnológicos y laborales: “Las tecnologías van avanzando, el mundo cada vez está más interconectado, van apareciendo otros modos de relacionarse, otras herramientas digitales, incluso económicas. La universidad tiene que ser capaz de captar esas nuevas necesidades y en ese camino estamos”.
Un año desafiante para la comunidad universitaria
El ciclo lectivo 2025 está por comenzar y la FUA ya proyecta sus primeras acciones. “Venimos del viernes de realizar el Congreso de Renovación de Autoridades. Seguramente esta semana conformemos la nueva Junta Ejecutiva de la Federación Universitaria Argentina y ahí empecemos a diagramar entre todas las organizaciones cuál va a ser el plan de acciones general”, detalló Carvalho.
Además, anticipó que este será un año de fuerte actividad gremial. “Mucho de ese trabajo tiene que ver con la continuidad de lo que venimos haciendo desde 2024 y también entran en juego las decisiones que se tomen en cada una de las universidades. Empezamos a dialogar con cada uno de nuestros compañeros, con cada uno de los centros de estudiantes, las presidencias de la Federación, para ponernos de acuerdo y empezar a diagramar lo que tiene que ser este año, que a priori pareciera que va a ser muy conflictivo para las universidades”, concluyó.