Este miércoles, más de 105.000 estudiantes de tercer grado de escuelas rurales, urbanas, de gestión estatal y privada participarán en las pruebas Aprender. Este operativo, diseñado por el Ministerio de Educación junto a todas las provincias, busca evaluar cuánto aprendieron los alumnos en lengua y matemáticas, materias clave porque, según Leandro Bottinelli, sociólogo y docente investigador de la UNIPE, son “la puerta de entrada a otros conocimientos”.
En diálogo con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5, Bottinelli explicó que “las pruebas Aprender constan de 24 preguntas de opción múltiple y actividades que se realizan durante la jornada escolar.”
Aunque estas evaluaciones aportan datos valiosos sobre qué saben los estudiantes, también presentan limitaciones. “No dan muchas precisiones sobre el proceso. Si un chico se equivoca, no sabemos por qué. No podemos entender cuál fue el razonamiento que lo llevó al error”, señaló.
A pesar de estas carencias, las pruebas ofrecen insumos útiles para ajustar políticas educativas, mejorar la formación docente, rediseñar currículos y desarrollar materiales de enseñanza. Bottinelli destacó la importancia de fomentar la lectura en papel, ya que “es irreemplazable para el aprendizaje”.
Sin embargo, lamentó que los resultados de las evaluaciones no siempre se utilicen tanto como podrían: “Se analizan, pero quizás no todo lo que se deberían. La verdad es que es una información muy valiosa”.
Cambios en la educación en las últimas décadas
A menudo se escucha que “la escuela es la misma de hace 50 años”. Bottinelli refutó esta idea al describir los avances logrados: “Hoy, casi el 95% de los adolescentes asisten a la escuela. En los 90, era el 60%”. Además, destacó que la educación inicial también se ha universalizado, con un 98% de asistencia en la sala de 5 años.
En términos de enseñanza, el sistema ha incorporado numerosos materiales educativos, libros vinculados directamente con el currículo, y desarrolló actividades de formación docente, muchas de ellas virtuales. Sin embargo, Bottinelli subrayó que “aunque la digitalización facilita la capacitación, hay una discusión sobre la calidad de las formaciones virtuales y el valor de la presencialidad”.
En el ámbito de la educación superior, el panorama también cambió significativamente: “Hoy, cada provincia tiene su universidad pública, y los posgrados han crecido muchísimo en Argentina. Esto tiene un impacto tanto en el campo científico como en el profesional”.
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La escuela como espacio esencial
Más allá de los desafíos y transformaciones, Bottinelli destacó un aspecto fundamental: el rol social de la escuela. “Sigue siendo el principal lugar donde los chicos establecen vínculos positivos con adultos que están a su cuidado. En este momento, tan preocupados por la relación de los chicos con las pantallas, la escuela es un espacio de encuentro, cultura, cuidado y afecto, además de conocimiento”, completó.