La Educación Domiciliaria y Hospitalaria es “la modalidad del sistema educativo, en los niveles de Educación Inicial, Primaria y Secundaria, destinada a garantizar el derecho a la educación de los alumnos que, por razones de salud, se ven imposibilitados de asistir con regularidad a una institución educativa en los niveles de la educación obligatoria”. En Misiones, en el mes de marzo, fueron 450 los alumnos que recibieron clases
Las instituciones y los docentes de la modalidad Educación Domiciliaria y Hospitalaria (EDyH) pertenecen al sistema educativo a pesar de que los encuentros pedagógicos tienen lugar en contextos poco habituales, como son los centros de salud o los domicilios de los estudiantes. La finalidad es “garantizar el derecho a la educación de las personas que, por una situación de enfermedad no pueden concurrir regularmente a la escuela común”.
Andrés Rehe, coordinador provincial de Educación Domiciliaria y Hospitalaria del Ministerio de Educación de la provincia de Misiones, explicó cómo es el trabajo articulado entre docentes, familias y muchas veces sanatorios y hospitales, “nosotros somos parte del Consejo General de Educación, de lo cual depende la coordinación de educación domiciliaria y hospitalaria, y nuestra prioridad es garantizar la continuidad de la trayectoria escolar de los niños que están atravesando alguna situación de enfermedad a lo largo del año escolar y académico”.
Además aclaró que el trámite de acceso a la educación hospitalaria, debe ser iniciado por los padres, con algún médico que certifique la necesidad de los niños y adolescentes.
“Actualmente estamos funcionando con 10 escuelas a lo largo de la provincia, y en dos aulas satélites, es decir tenemos cubiertas 12 localidades misioneras. Esta modalidad de educación funciona dentro de la educación formal. Se trata de escuelas que tienen directivos y algunos docentes dependiendo de las necesidades de los alumnos”, comentó.
Rehe añadió que “los niños, una vez que se encuentran con el diagnostico pertinente a partir de los cuales van a ser internados, comienzan a recibir a las maestras que están en los hospitales, ellas realizan una rueda todas las mañanas o todas las tardes para que los niños puedan participar de las clases; ellos sigan estando en su grado y se busca que no se pierdan de los contenidos más específicos del trayecto educativo. Hay muchos niños que van a estar internados unos días, una semana, o incluso meses o hasta un año”.
Esta modalidad justamente busca darle continuidad a los que están dando en sus escuelas, es decir dar temas en paralelo a los que la maestra está dando en el grado. Entonces cuando el chico vuelve a su clase, a su grado normal, no se atrasa y mantiene el ritmo de aprendizaje.
El coordinador de las EDYH, explicó: “Nosotros lo que tenemos como modalidad domiciliaria es en caso de que los niños estén atravesando una situación de enfermedad que no le permita asistir presencialmente a su escuela. Eso es bien, una enfermedad, un post operatorio, la espera de una cirugía, es decir chicos y adolescentes que no pueden asistir en la escuela”.
Al ser una modalidad que depende de la patología de los chicos, la matrícula va variando según el transcurso del año y de los meses, Rehe explicó que “el año pasado hemos tenido 4.035 alumnos, que pasaron por las escuelas domiciliarias. Alumnos de todos los niveles y modalidad del sistema educativo. Estamos hablando de chicos de nivel inicial, sale 4, sale 5, primaria, secundaria, de todas las modalidades, bilingüe, especial, común, que han podido continuar con sus estudios a pesar de estar en la situación y en el mes de marzo del 2024 hemos tenido 412 alumnos”.
Objetivos de la Educación Domiciliaria y Hospitalaria
Mantener la continuidad de los aprendizajes escolares para asegurar las trayectorias escolares.
Mantener y propiciar el vínculo con la escuela de origen del alumno, en pos de su reinserción.
Reducir el ausentismo, la repitencia y la deserción escolar provocados por la enfermedad.
Favorecer los procesos de relación y socialización de los alumnos, necesarios para su desarrollo.
Alrededor de 150.000 niños, niñas, adolescentes y jóvenes por año son escolarizados resguardando sus trayectorias escolares en Argentina, propiciando la reinserción a su escuela de origen cada vez que sea posible.