En un momento complicado para la educación universitaria argentina, con la discusión sobre el veto a la Ley de Financiamiento Universitario en el Congreso, el gobierno puso sobre la mesa un nuevo tema que volvió a despertar un intenso debate: el arancelamiento de estudiantes extranjeros en las universidades nacionales.
Según Yamile Socolovsky, directora del Instituto de Estudios y Capacitación de CONADU, esta medida no solo es irrelevante en términos presupuestarios, sino que también distrae de las discusiones de fondo sobre el financiamiento adecuado del sistema universitario.
En diálogo con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5, Socolovsky señaló que la presencia de estudiantes extranjeros en las universidades nacionales es muy baja, representando menos del 4% de la matrícula total. “En términos cuantitativos, el porcentaje de estudiantes extranjeros es menos del 4%”, destacó, sugiriendo que el impacto financiero de arancelar sus estudios sería insignificante. En este sentido, argumentó que el planteo del arancelamiento no resuelve los problemas de financiamiento, sino que es “redirigir la discusión para tapar el veto”.
Además, la tradición de recibir estudiantes de otros países en las universidades públicas argentinas ha sido siempre parte de su identidad y de una “definición de solidaridad”. En ese sentido, Socolovsky afirmó que la Universidad Argentina tiene una importante tradición de acogida a estudiantes de otros países, lo que enriquece el debate y las experiencias en el aula. “Tener la posibilidad de conversar con estudiantes de otros lugares aporta no solamente una mayor amplitud en el tratamiento de las cuestiones, sino también a la construcción de vínculos de solidaridad”, subrayó.
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Para la secretaria de Relaciones Internacionales de CONADU, el tema del arancelamiento no es nuevo, y surge de manera recurrente cada vez que se pone en cuestión el funcionamiento de las universidades públicas. “Este intento de plantear el arancelamiento de los estudiantes extranjeros, en términos presupuestarios, es absolutamente irrelevante”, reafirmó, señalando que en otros países del mundo los sistemas universitarios se sostienen en parte por los aranceles a estudiantes extranjeros, pero esto responde a una lógica de mercado que difiere de la concepción argentina de la educación superior.
Socolovsky también destacó la importancia de no perder de vista el problema real: la necesidad urgente de garantizar el financiamiento adecuado para el sistema universitario argentino. “El gobierno ha rechazado con el veto un proyecto de ley que plantea la recomposición del presupuesto en función de la pérdida que hubo por impacto de la inflación”, señaló, en un contexto donde los salarios de docentes y no docentes han sufrido una pérdida “de dimensiones históricas”.
