El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, advirtió sobre la crisis del sector en un encuentro del que participó el ministro de Economía Luis Caputo. El Estado tiene una deuda de $ 400.000 millones con las empresas del sector y hay 3.500 obras paralizadas.
La actual crisis del sector de la construcción en el país, sólo puede compararse a la vivida en 2001, según advirtió Gustavo Weiss, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco). “Hay muchas empresas complicadas en su continuidad, por el tamaño de sus endeudamientos. Nadie puede sobrevivir facturando cero”, señaló el empresario en la convención que realizó el sector este martes en la Rural, de la que participó el ministro de Economía Luis Caputo.
Weiss analizó la actividad en una conferencia de prensa, en medio de la Convención y antes de recibir al ministro de Economía Luis Caputo, el dirigente se refirió a algunas cuestiones de la coyuntura que impactan en la actividad.
Con un áspero discurso, Weiss se mostró lapidario con el gobierno nacional. “Nuestra situación empeoró con este gobierno”, dijo el empresario. “El 2024 está irremediablemente perdido”, se lamentó Weiss y agregó: “No creo que haya ninguna reactivación este año”.
“Es un diagnóstico duro pero real que no puede estar ausente en nuestro encuentro anual”, dijo Weiss tras enumerar problemáticas sociales producto de la recesión, pobreza, indigencia y narcotráfico.
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De acuerdo con Clarín, Weiss puso de relieve la deuda que mantiene el Estado con las empresas constructoras de $ 400.000 millones, correspondientes a los meses de septiembre, octubre y noviembre del año pasado, es decir, los últimos meses de la gestión del expresidente Alberto Fernández y su vice, Cristina Kirchner.
“Hubo pagos esporádicos pero el grueso de esa suma, aún está pendiente y con riesgo de licuarse por la inflación. Se trata de unas 3.500 obras paralizadas, básicamente de rutas y viviendas”. Por eso, insistió Weiss “lo primero que necesitan las empresas es que se les pague lo que se les debe por lo hecho. El gobierno posterga el pago porque privilegia el superávit y les viene bien porque la licuación es más grande”, fustigó.
A la paralización de la obra pública que decidió el gobierno de Javier Milei y que impacta en la actividad económica en general, el sector suma así, el deterioro por las deudas. “Hablamos permanentemente con los funcionarios”, dijo Weiiss, pero por ahora no tienen respuestas.
El ministro de Economía les explicó que primero está el ajuste fiscal. Con lo cual, el sector supone que tras varios periodos de superávit fiscal positivo, se abrirá el grifo para la Construcción. Tal vez por esa razón, Weiss insiste en que la cámara tiene “una buena relación con el Gobierno”, a pesar de todo.
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De todas formas, este martes, Weiss fue con los tapones de punta contra la política económica del gobierno. “Nosotros somos el sector que, fuera de los jubilados, más está sufriendo el ajuste”, aseguró Weiss y agregó: “La parálisis de la obra pública produce un daño fiscal enorme”.
Según el empresario, además la Ley Bases se aprobará más temprano que tarde y “a través de RIGI (Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones) puede venir inversión privada en Infraestructura”. De todos modos, “aún si el país cumpliera con estas condiciones, en el mundo, las inversiones privadas no superan el 15% de la inversión total. El resto lo hace siempre el Estado», comentó a modo de meta mensaje.
Entre las mayores preocupaciones del sector, por otra parte, figura la caída de los puestos de trabajo. Según el representante del gremio Gerardo Martínez, suman 130.000 los empleos directos perdidos respecto del año pasado como consecuencia de la caída de la actividad económica. Pero si se tiene en cuenta que, por cada empleo directo se genera uno indirecto, “el impacto potencial en el nivel de empleo es prácticamente el doble”, concluyó Weiss.