Al cumplirse nueve meses de la gestión de Javier Milei, el panorama económico sigue siendo tema de análisis entre expertos. Guillermo Knass, economista y profesor, dialogó con “Realidad Mixta” de Radio Up 95.5 y compartió su visión sobre los aciertos y errores de la administración en este periodo crítico para el país.
En este sentido, Knass destacó avances importantes, pero también señaló algunas inconsistencias que podrían complicar el futuro de la economía argentina.
Knass no dudó en afirmar que “el principal problema económico es la inflación”. La evidencia académica y práctica a nivel internacional muestra que no hay futuro posible en una economía con una inflación mucho más alta que la internacional. “La inflación genera distorsiones terribles y te acorta el horizonte de crecimiento de un país”, añadió.
Para él, uno de los mayores logros del gobierno ha sido evitar una hiperinflación, a pesar de las dificultades: “Safar de la hiper es algo muy positivo. Una hiper es característica de un país en guerra, y nosotros la evitamos sin estar en conflicto”.
El economista reconoció que la inflación es un impuesto regresivo, que afecta desproporcionadamente a los más vulnerables. Por eso, bajar la inflación es clave, aunque admite que los costos de ese proceso no son menores: “Cuando haces un ajuste, lo que va a haber es recesión, porque un ajuste es caída al gasto y, por ende, al consumo”.
Sin embargo, Knass cree que “el ajuste había que hacerlo, porque la Argentina no tiene financiamiento. No se puede aumentar más los impuestos, ni emitir sin consecuencias inflacionarias”.
Según Knass, los ciudadanos han mostrado cierta tolerancia hacia la recesión, porque entienden que los efectos de una inflación descontrolada serían mucho peores: “La gente lo está entendiendo así. Todavía hay un aval a este ajuste porque, aunque la situación es difícil, al menos no hay esa brutal inflación que había antes”.
Los desafíos del equilibrio fiscal
Uno de los puntos que destaca el economista es el esfuerzo del gobierno por alcanzar el equilibrio fiscal. “No hay duda de que quedó claro para todo el mundo que no podemos tener déficit si no tenemos financiamiento, porque eso nos genera inflación”, explicó.
No obstante, también advirtió sobre inconsistencias en cómo se ha alcanzado ese equilibrio: “Hay no pago de facturas de energía, roleo de deuda… Eso no es sostenible en el tiempo”.
El tema de la deuda externa también preocupa a Knass. Con vencimientos cercanos que suman aproximadamente 17 mil millones de dólares, admitió que “eso es impagable”. Sin embargo, cree que la estrategia del ministro de Economía será refinanciar esos compromisos: “Las deudas se renegocian, nadie paga toda la deuda. Lo que hacen es refinanciar, ofrecer nuevos bonos con mejores condiciones”.
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El debate sobre el tipo de cambio
Un punto crítico en el análisis de Knass es la política cambiaria del gobierno, donde muestra su mayor disconformidad. En este sentido, señaló que el tipo de cambio está “atrasado”, lo que genera problemas para las exportaciones: “El país queda muy caro en dólares, los exportadores se resisten a vender porque el precio no les conviene, y se vuelve barato comprar afuera”. Esto, según él, podría haber sido uno de los errores de la administración: “Si bien no es viable una devaluación fuerte en este momento porque generaría un caos, la política de tipo de cambio actual tampoco es sostenible”.
Knass consideró que las reservas del Banco Central han dejado de crecer en los últimos meses, un hecho preocupante: “El Banco Central dejó de comprar dólares. Al principio de la gestión lo hizo, pero ahora no, y eso es problemático”. Aquí también critica una contradicción en la postura de Milei: «Al final, lo que está haciendo es controlar uno de los precios clave cuando él se había mostrado a favor de los precios libres».
Para Knass, el problema radica en que la recesión actual afecta directamente al bolsillo de los ciudadanos: “No es fácil explicarle a la gente que, aunque el panorama macroeconómico puede pintar bien, sus bolsillos están sufriendo”. Sin embargo, fue categórico al afirmar que la inflación habría sido aún peor para los más vulnerables: “Es como cuando el médico le explica al paciente que está enfermo. No va a dejar de dolerle porque se lo explique, pero es necesario”.
Finalmente, Knass advirtió que hay decisiones que se toman “cuando uno se sienta en la oficina”, y que, desde ese lugar, “no es lo mismo que hablar desde una conferencia o un micrófono”.