El Riesgo País de la Argentina cayó este martes a 454 puntos básicos, el más bajo desde mayo de 2018, según cita la agencia de noticias Reuters. Es una disminución de 100 puntos con relación a la víspera, rueda en que había perforado el piso de 600 puntos.
Este escenario acerca al país al retorno a los mercados voluntarios de deuda pública lo cual facilitará el manejo de los próximos vencimientos. El jueves Argentina pagará US$ 4.341 millones en capital e intereses de bonos soberanos.
Dados los pagos de esta semana, la expectativa de los agentes también está centrada en la reinversión de esos dólares que vuelven a manos de los inversores, que podrían incrementar la demanda de los bonos soberanos, comprimir la brecha de tasas y ayudar a una baja más rápida del riesgo país.
Pese a que el indicador del JP Morgan mostraba la fuerte baja en el riesgo país argentino, desde el Gobierno salieron a aclarar: “Esto no es así, evidentemente hay un error en el índice y muestra un descalce en el precio por el pago de cupones y amortización de los bonos. Paciencia, con el orden macro ya vamos a llegar a esos niveles!”, explicó Felipe Núñez, asesor económico del Palacio de Hacienda, en su cuenta de X.
Riesgo país: ¿qué es y qué impacto tiene en la economía real?
El riesgo país es un indicador elaborado desde hace años el J.P. Morgan que mide la diferencia que pagan los bonos del Tesoro de EEUU contra las del resto de los países.
Este cálculo lo realiza por intermedio de su índice EMBI, siendo específico para cada nación (EMBI Argentina, en nuestro caso).
De esta forma, el índice mide la sobretasa que debe pagar un bono en nuestro caso argentino, frente al rendimiento de los títulos a 10 años que emite el Tesoro de los EEUU.
Si el riesgo país es alto y tiene tendencia alcista puede repercutir además negativamente en la llegada de inversiones a largo plazo, clave para realizar obras y para aumentar el volumen de divisas. Además, complica las necesidades financieras de un país.
Por el contrario, si es bajo (puede compararse, por ejemplo, con el promedio de la región, actualmente debajo de los 500 puntos), o tiene una dinámica bajista, puede impulsar el desembarco de inversiones a la largo plazo, y puede permitirle al país en cuestión conseguir financiamiento en el mercado de capitales a tasas «razonables».
En otras palabras, el riesgo país es ni más ni menos que el costo «extra» que tienen que pagar el estado nacional, las provincias o las empresas argentinas si salen a colocar deuda, respecto de lo que rinden los bonos de la plaza más «segura» para los inversores, que es EEUU.