La carne tuvo una aceleración más fuerte que el resto de los alimentos. Según una encuesta realizada por la consultora Moiguer, el 65% de los consultados tuvo que restringir sus consumos cotidianos en medio de la crisis, incluido el asado.
De acuerdo con las cámaras de frigoríficos, el consumo de carne cayó 11,3% en lo que va del año. El 71% de los consultados dejó de hacer asados en familia, 61% suspendió salidas en pareja o en familia, el 58% canceló ir a tomar un café o un helado, el 56% ya no compra golosinas y el 55% dejó de comprar gaseosas.
La encuesta también arrojó que el 51% de los consultados evalúa negativamente la situación del país y el 43% percibe que la posibilidad de crisis es alta.
De acuerdo con la consultora, cerca de mitad de los argentinos (el 48%) considera que la capacidad de consumo de su hogar está peor o mucho peor y el 62% interpreta que los ingresos de su hogar están por debajo de la inflación.
Un informe reveló que hacer un asado en la Argentina es cada vez más caro: el valor de la carne creció cerca de un 120% desde enero. El índice refleja un aumento por encima de la inflación de lo que va del 2024: tras el 3,5% de septiembre, el incremento de precios alcanzó el 101,6% en los primeros nueve meses del año.
El asado superó al precio de la inflación
Un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) apuntaron que la suba promedio de los distintos cortes de carne estuvieron por debajo de la inflación mensual (0,6%) pero que en los primeros 10 meses del 2024 la escalada alcanzó los 119,3%.
Si se considera el valor interanual, el osobuco (169%), la picada especial (158%), la tapa de asado (157%) y la tapa de nalga (154%) fueron los cortes que mayor aumento sufrieron desde septiembre del 2024.
El pollo, un sustituto habitual en las familias argentinas, tuvo una suba aún más pronunciada: 200% en 12 meses. El pechito de cerdo, por su parte, fue el corte que más incrementó su costo en el último mes: 8,2% de inflación.
El aumento interanual de los precios de las carnes, ubicado en torno al 149,7%, quedó muy por debajo de los 209% de inflación que se registró en los últimos 12 meses en todos los valores de la economía argentina. Sin embargo, el consumo de carnes no repunta: el mismo estudio revela que desde enero a septiembre hubo un consumo de 46,8 kilos por habitante, un 12,3% menos que el mismo período del 2023.
Los precios de los alimentos subieron 1,7% en la cuarta semana de octubre según un informe privado que para la tercera semana había detectado una deflación de 0,1%. Según la consultora LCG, los alimentos entre el jueves 17 y el miércoles 23 de octubre avanzaron 1,7%, la variación más alta desde la primera semana de julio.
Por este salto, la suba promedio mensual pasó a 2,3%, mientras que la medición “punta a punta” de cuatro semanas se ubicó en 3,3%.
Este aumento estuvo impulsado por subas en frutas (5,7%), lácteos y huevos 4,6%, y bebidas e infusiones (4,2%).
Estudios hasta la tercera semana de octubre alentaban la posibilidad de que la inflación de octubre se ubicara debajo de 3%, justamente por la estabilidad del precio de los alimentos.
Además, el 48 % tuvo que utilizar sus ahorros para pagar gastos cotidianos y un 52 % de los consultados ha contraído deudas.
El 41% dice no haber realizado gastos suntuarios, lo que incluye gaolosinas, chocolates, caramelos o alguna gaseosa. Y el 83% de los argentinos ha reducido o eliminado la compra de los productos habituales.
En los primeros nueve meses del año, es decir en el mismo período de tiempo de la gestión de Javier Milei, el consumo interno de carne vacuna disminuyó un 11,3% en comparación con el mismo período del año anterior, alcanzando 1.646 millones de toneladas de res con hueso (tn r/c/h) en lo que va del año.