El 2024 cerró con una de las tasas más bajas de inversión extranjera directa en años, y el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), la gran apuesta del gobierno, aún no generó un flujo de capitales significativo.
“El régimen tiene un sesgo cortoplacista, pero no tanto como para que uno vea inversiones inmediatas”, explicó el abogado y consultor Juan Carbajales en diálogo con Radio Up 95.5.
El RIGI, aprobado en la Ley de Bases, establece que “el 40% del proyecto se debe saldar en los primeros dos años”, mientras que el 60% restante no tiene un plazo definido. Según Carbajales, esto genera una dinámica en la que “el restante 60% de la inversión va a tender a tardar en llegar” y podría “ir retrasándose, frenándose en el tiempo”.
Hasta el momento, varias empresas han presentado proyectos dentro del régimen, pero “siguen siendo evaluados por el Ejecutivo”. La primera iniciativa aprobada es el parque solar “El Quemado” de YPF Luz en Mendoza, con una inversión de más de 200 millones de dólares. “En los dos primeros años, vas a tener una inversión de ese 40%, unos 80 millones”, detalló el abogado.
Proyectos energéticos y la cautela de los inversores
El sector energético ha sido el más dinámico en la presentación de iniciativas bajo el RIGI. Carbajales señaló que “hoy salió en el Boletín Oficial otra novedad en el avance de una iniciativa privada presentada por TGS para ampliar el gasoducto Néstor Kirchner, que ahora fue rebautizado Perito Moreno”. Sin embargo, este proyecto aún debe atravesar el proceso de licitación y no implica una inversión confirmada de inmediato.
Otras iniciativas incluyen el oleoducto Vaca Muerta Sur Oil, que llevará petróleo de Neuquén al Atlántico, y un proyecto de licuefacción de gas natural liderado por Pan American y la noruega Golar. Pero uno de los desarrollos más relevantes es el de GNL de YPF, que inicialmente se iba a realizar con Petronas y ahora busca nuevos socios en India y Europa.
A pesar de estos planes, las compañías aún no concretan grandes desembolsos. “Las compañías internacionales solicitan todos los beneficios del RIGI, pero a la vez piden que no haya cepo y que baje el riesgo país”, advirtió Carbajales. Para los inversores, el panorama argentino sigue generando incertidumbre. “Para traer un dólar de inversión, los inversores comparan, ven las ganancias y los movimientos políticos antes de decidir poner plata”, remarcó.
El rol de las provincias y la presión por cambios en el RIGI
Más allá del esquema nacional, varias provincias están buscando alternativas. “Muchas provincias presentaron iniciativas de tener sus miniRIGI o modificar el régimen nacional”, reveló el especialista. Esto responde a que, en la práctica, los gobiernos locales buscan captar una mayor parte de los beneficios de las inversiones que se realicen en sus territorios.
Uno de los casos más notorios es el de Río Negro, donde se confirmó que “Petronas se instalará en el Golfo San Matías”. Sin embargo, la provincia ahora pretende “cobrar alguna cuota aparte de las regalías de crudo y de gas”, lo que ha generado tensiones con el sector privado. “Ahí está en negociación con las empresas”, indicó Carbajales.
Este tipo de disputas podrían poner en riesgo la estabilidad del régimen. “El RIGI establece que no va a haber alteración del nivel tributario, cambiario, aduanero, etc., tanto a nivel nacional como a nivel provincial en las provincias que adhieran”, recordó el abogado. Sin embargo, como ha ocurrido en otros sectores, las reglas pueden cambiar con el tiempo. “Cuando uno ve cómo evolucionó el régimen de minería, que también tenía estabilidad por 30 años, pasados los primeros años volvieron las presiones para modificar el régimen y aumentar la carga fiscal”, explicó.
En este contexto, el dilema es claro: el gobierno busca mantener el RIGI como una “burbuja” con estabilidad garantizada por tres décadas, pero las provincias y otros actores económicos ya están presionando para modificarlo. “Los gobernadores pueden decir ‘la inversión ya se hizo y yo ahora no veo nada’”, advirtió Carbajales, y esto podría llevar a cambios en el esquema actual.
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¿El RIGI es suficiente para atraer inversiones?
Si bien el gobierno sostiene que está generando las condiciones para atraer capitales, la realidad muestra que la inversión extranjera aún no ha despegado. “Desde 2011 la economía argentina no crece”, recordó Carbajales. “El PBI no se expande, y en aquellos años, producto de la dependencia de importaciones de energía, es cuando nace el cepo”.
Este tipo de restricciones sigue siendo un obstáculo para los inversores. “Los gobiernos hacen roadshows, salen a promocionar el país, van a diferentes sedes internacionales donde están los grandes inversores o a bancos de inversión regionales”, comentó. Sin embargo, “eso no ha logrado obtener un volumen suficiente para alcanzar aquellos niveles de más de una década atrás”.
Por otro lado, el panorama internacional también influye. “El mundo se está reconfigurando con el reingreso de Trump a la Casa Blanca, con sus alianzas estratégicas, con sus aranceles también”, señaló el consultor. En este escenario global cambiante, los inversores buscan certezas antes de apostar por mercados emergentes.
Para Carbajales, el RIGI es una herramienta clave, pero no suficiente por sí sola. “El gobierno dice estar haciendo los deberes para lograr esos objetivos durante este año, fines de este año, pero tal vez eso es lo que esté demorando si una llegada masiva de inversiones está cerca”, concluyó.
Te dejamos la entrevista completa: