El FMI afirmó que el país deberá seguir adoptando políticas de los órdenes fiscal, monetario y cambiario. Reiteró en ese sentido que quedan desafíos por delante. En enero el Fondo había adelantado que esos desafíos serían salir del cepo, ir a una tasa de interés positiva y abandonar el crawling peg.
En febrero el Gobierno fue en la dirección contraria: ajustó aún más el crawling, redujo la tasa y bajo retenciones en señal de que la salida del cepo no está cerca. El enfriamiento en el vínculo derivado de eso generó una sostenida suba del riesgo país. Sin desembolsos a la vista, este jueves las reservas brutas cayeron USD612 M por un pago de intereses al Fondo.
La portavoz del FMI Julie Kozack, volvió a reconocer los méritos del programa económico, aunque afirmó: “La misión del FMI visitó Buenos Aires para avanzar en las discusiones sobre un nuevo programa, que tendrá como objetivo aprovechar los logros alcanzados hasta ahora y, al mismo tiempo, abordar los desafíos restantes que enfrenta el país.
Y agregó: “Existe un reconocimiento compartido entre el staff del FMI y las autoridades argentinas sobre la necesidad de continuar adoptando un conjunto consistente de políticas fiscales, monetarias y cambiarias al tiempo que se promueve el crecimiento imponiendo reformas. Dado que las discusiones continúan y ha habido grandes avances hasta ahora, queremos asegurarnos de que haya espacio para que el staff y las autoridades argentinas continúen estas discusiones constructivas y daremos más detalles cuando los tengamos”.
Aunque en comunicaciones recientes el FMI fue elogioso y escueto al dar detalles acerca de cuáles son las políticas que debería adoptar el Gobierno para alcanzar un acuerdo satisfactorio (y el presidente Javier Milei destacó que eso sería recibir al menos USD11.000 M en un corto plazo), el último informe del Fondo sobre la Argentina fue bastante claro en que se debería abandonar el cepo, terminar con el crawling (del 2% en aquel entonces) y soltar el tipo de cambio e ir a una tasa de interés más decididamente positiva: “Allanar el camino para recuperar el acceso a los mercados dependerá de una estrategia creíble para relajar los controles cambiarios, una mayor flexibilidad del tipo de cambio y un papel más significativo para la política monetaria”.
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Y había detallado en primer lugar que la estabilización del 2024 fue por el ajuste fiscal, en segundo que “la presencia de amplios controles cambiarios y la apreciación del tipo de cambio real como resultado de la preservación de un crawling peg lento, podrían dificultar la acumulación continua de reservas” y en tercero que es clave “garantizar una tasa de interés real positiva que responda adecuadamente a la evolución de la inflación para garantizar el equilibrio interno y, al mismo tiempo, respaldar los objetivos de estabilidad externa”.
El Gobierno respondió, antes de la llegada de la misión del FMI con un crawling peg aún más lento, y al 1% mensual, y, ya con la misión del Fondo en el país, con una tasa menos decididamente positiva, ya que la bajó del 2,7% mensual al 2,4% mensual. El staff se fue del país sin mayores anuncios y, por la lectura de los mercados acerca de que se enfriaba la llegada de un desembolso sustancioso, el riesgo país desde entonces se mantuvo en alza, hasta cerrar en 660 puntos el miércoles.
Este jueves, a pesar de que el BCRA una compra históricamente alta de divisas por un total de USD326 millones, gracias a una mejora en el volumen operado de la mano de la oferta del agro y tras la baja de retenciones, las reservas brutas se contrajeron en USD612 millones tras un pago de intereses al FMI. De esa forma se mantuvo la tendencia de las últimas semanas, durante las cuales, por los pagos de deuda, la dinámica de los encajes y la intervención en los dólares financieros, las reservas brutas del BCRA caen en forma sostenida pese a que el Central sostiene su buena racha compradora.
(Fuente: Infobae)