El Día del Niño, una de las fechas más esperadas por los pequeños y por el comercio en Argentina, trajo este año resultados desalentadores para la industria del juguete. Según Julián Benítez, Gerente de Relaciones Institucionales y Comercio Exterior de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, las ventas experimentaron una caída del 16% en comparación con el año pasado. “El resultado no fue positivo, pero era el esperado, teniendo en cuenta el contexto económico”, comentó Benítez en diálogo con Radio Up 95.5.
Según explicó Benítez, el impacto de esta baja se sintió de manera desigual según el tipo de comercio. Mientras que las grandes cadenas de jugueterías lograron amortiguar la caída, con una disminución menor en las ventas, los comercios de barrio sufrieron un golpe más fuerte, con una reducción del 20% en sus ventas.
Además, indicó que “en las grandes cadenas hubo dos factores clave: una mayor disponibilidad de promociones bancarias y el uso de tarjetas de crédito, que representaron el 90% de las transacciones”.
En tanto, destacó que el hecho de que el feriado del 17 de agosto no se trasladara al lunes, evitando un fin de semana largo, permitió que muchos consumidores destinaran su presupuesto al regalo en lugar de una escapada.
Por otro lado, los pequeños comercios, donde predomina el pago en efectivo y se atiende a un público de ingresos medios y bajos, no tuvieron la misma suerte. “Ahí la caída fue notoriamente mayor”, señaló Benítez.
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En cuanto al ticket promedio, los números también variaron según el tipo de comercio. “En cadenas de jugueterías, el ticket promedio estuvo en el orden de los $25.000 pesos, mientras que en los comercios de barrio fue de $9.000 pesos”, precisó Benítez, diferenciando estos valores de las cifras más generales que incluyen otros rubros.
Respecto a los tipos de juguetes que más se vendieron, Benítez indicó que “fueron juguetes muy económicos de primer precio, especialmente los juegos didácticos, juegos de mesa y juguetes para la primera infancia”.
Estas categorías lograron mantener cierta estabilidad en las ventas, mientras que los juguetes más caros y voluminosos, como cocinas y figuras de acción importadas, sufrieron caídas más pronunciadas.
A pesar del panorama poco alentador, Benítez señaló un dato positivo: el comercio electrónico, a contramano del canal físico, experimentó un crecimiento del 10%. Sin embargo, este segmento aún representa solo el 20% del total de las ventas, por lo que su impacto no fue suficiente para revertir la caída general en la industria.