En un contexto global incierto y con la vuelta de Donald Trump al poder en Estados Unidos, el economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, Eugenio Marí, analizó las repercusiones para la economía argentina.
En diálogo con “El País de la Libertad” de Radio Up, Marí abordó el impacto en el mercado de valores, la estabilidad del dólar y la posibilidad de que el país mantenga una inflación de un solo dígito en 2025.
En primer lugar, Marí explicó que la asunción de Trump generó turbulencias en los mercados internacionales, lo que golpeó a las empresas argentinas. “Donald Trump irrumpió como una topadora con una batería de órdenes ejecutivas y generó un shock de incertidumbre que golpeó tanto a los mercados internacionales como obviamente a las empresas argentinas que en las últimas semanas tuvieron más bien una tendencia bajista”, señaló.
Sin embargo, destacó que el contexto local muestra cierta estabilidad. “Cuando uno empieza a ver el entorno local y ve que la inflación sigue con una expectativa de la baja, el tipo de cambio está razonablemente estable y que el Banco Central sigue comprando dólares, dice: ‘Bueno, del lado doméstico, por lo menos, parecería que hay una relativa tranquilidad’”.
Inflación y estabilidad económica
Respecto a la situación inflacionaria, Marí resaltó que el gobierno de Javier Milei logró avances significativos. “Recordemos que en diciembre de 2023 la inflación corría al 1% por día. Nosotros desde Libertad y Progreso hacíamos un relevamiento propio y anotábamos variaciones diarias de los precios de entre 0,7 y 0,8”, indicó.
Sobre el futuro inmediato, sostuvo que “Argentina puede sostener este ritmo de baja de inflación por lo menos por este año” y fundamentó su afirmación en tres puntos clave: “Tenemos en este momento un Tesoro Nacional con superávit fiscal, o sea, no se está endeudando más, sino que está repagando deuda con ese superávit. Tenemos un Banco Central que ya no tiene que emitir para financiar gasto público, con lo cual la emisión monetaria está controlada. Y, además, parecería que estamos cerca de conseguir un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”.
Relación con el FMI
Sobre la posibilidad de que el FMI no otorgue un nuevo financiamiento al país, Marí fue categórico: “Para mí sería muy raro que el Fondo Monetario Internacional le ponga palos en la rueda a un gobierno que por fin está cumpliendo con las metas que se había comprometido. Se comprometió a equilibrio fiscal, consiguió superávit. Se comprometió a no financiar ni con un solo peso más al gasto público, lo cumplió. Se comprometió a acumular reservas internacionales, lo está haciendo”.
En este sentido, estimó que el anuncio del nuevo acuerdo con el FMI podría llegar en marzo. “Yo lo estoy viendo más bien en marzo el anuncio del acuerdo, y a partir de ahí dar certidumbre para los pagos de deuda de 2025”, explicó.
Leé más: La inflación desaceleró en el comienzo del año y el índice de enero podría ser el más bajo desde 2020
Crecimiento y perspectivas para 2025
El economista destacó que si Argentina mantiene la estabilidad macroeconómica, podría experimentar un crecimiento sostenido. “Si Argentina efectivamente se estabiliza, vamos a una inflación de un dígito por año, mantenemos el superávit fiscal y el crédito sigue creciendo, los argentinos empezamos a usar nuestros ahorros para consumir e invertir en Argentina. Bueno, en ese escenario, aunque el mundo sea incierto, Argentina va a poder sostener tasas de crecimiento altas, sí, 5 o 6% por año”.
Además, remarcó que esto representaría un cambio de paradigma: “El último año en que Argentina creció genuinamente fue en 2011. Llevamos casi 15 años con una economía estancada. Imaginemos lo que sería cambiar de la economía estancada con inflación a una economía de crecimiento con estabilidad de precios”.
El futuro del dólar y el fin del cepo
Uno de los puntos más relevantes del análisis de Marí fue su proyección sobre el mercado cambiario. “Para finales de 2025 lo que nosotros estamos proyectando es que va a haber un mercado único de cambios, o sea, que vamos a salir del cepo y vamos a dejar de tener varios tipos de cambio. Y ese tipo de cambio único se va a ubicar entre 1250 y 1300 pesos por dólar”, adelantó.
Sobre la posibilidad de una devaluación, descartó que sea necesaria: “Nosotros no estamos viendo una necesidad de devaluación. Esta no necesidad de devaluación no es caprichosa. Lo que vemos es que está enclavada en dos grandes cuestiones: por un lado, el superávit fiscal que te asegura estabilidad y, por el otro, la agenda de desregulación, privatizaciones y reducción del gasto público”.
Finalmente, enfatizó que, de mantenerse estas condiciones, “el peso argentino no se debilitaría como moneda ni habría que devaluarlo”, sino que, por el contrario, “vemos más bien una perspectiva de estabilidad hacia adelante”.