En un descubrimiento que genera preocupación entre científicos y autoridades, se confirmó la presencia de medusas invasoras de agua dulce de la especie Craspedacusta sowerbii en arroyos de la provincia de Misiones. Originaria de Asia, esta especie fue detectada inicialmente en el arroyo El Saltiño, en Colonia Aurora, y más recientemente en el arroyo Cazador, en San Ignacio.
La alerta cobra especial importancia ante la proximidad de la temporada estival, cuando muchas personas buscan refrescarse en los cursos de agua de la región.
La investigación, realizada en colaboración entre el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), demostró el alto potencial de colonización de la Craspedacusta sowerbii, que logró expandirse en diversos arroyos en un corto período. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Transactions of the Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene bajo el título “Medusas de agua dulce en el noreste argentino: un riesgo para la salud humana”.
Este estudio no solo documenta la presencia de la especie en Misiones, sino también las lesiones en humanos que estuvieron en contacto con sus tentáculos urticantes. Las investigadoras Milena Gisela Casafús, Micaela Andrea Gritti, María Elisa Peichoto y Paula Guimarães, junto a Luciana Montalto y Cecilia Miranda, lograron identificar los efectos tóxicos de los tentáculos de estas medusas, capaces de causar lesiones en la piel como dermatitis, urticarias, necrosis y edemas.
Características de la especie invasora
La Craspedacusta sowerbii es una medusa de agua dulce que mide entre 5 y 25 milímetros de diámetro y posee un cuerpo transparente de forma cóncava o campanada, similar a las medusas marinas. Sus tentáculos, que pueden llegar a ser entre 50 y 500, rodean el borde de su campana y son la principal fuente de peligro para humanos, ya que liberan toxinas al contacto, causando dolorosas lesiones en la piel.
El contacto con estos tentáculos puede provocar una respuesta tóxica que se manifiesta en dermatitis y otros efectos adversos en la piel. El equipo de investigación, que incluyó expertos del Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT) y el Instituto Nacional de Limnología, destacó que los casos reportados de personas lesionadas tras nadar en arroyos infestados con Craspedacusta sowerbii fueron claves para comprender la capacidad invasora de esta medusa y sus efectos en la salud humana.
El organismo provincial emitió un comunicado advirtiendo a la población sobre la necesidad de extremar cuidados en los arroyos donde se detectó la presencia de la especie, especialmente en épocas de altas temperaturas, cuando el contacto con el agua se vuelve más frecuente. Aunque las lesiones causadas por esta medusa no son letales, pueden generar molestias significativas y, en algunos casos, daños profundos en la piel.
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Una amenaza para la biodiversidad y el turismo
La invasión de Craspedacusta sowerbii no solo representa un riesgo para la salud humana, sino también para la biodiversidad local. Los científicos temen que esta especie pueda desplazar a organismos nativos y alterar el equilibrio ecológico de los ecosistemas acuáticos de Misiones. Además, la presencia de estas medusas podría impactar negativamente el turismo en la región, pues la posibilidad de sufrir lesiones disuade a los visitantes de disfrutar de los arroyos, una de las principales atracciones naturales de la provincia.
Ante esta situación, el IMiBio y el Conicet están desarrollando estrategias de monitoreo para evaluar la expansión de esta especie en la provincia, y recomiendan evitar el ingreso a arroyos donde se haya confirmado su presencia. La investigación continuará en los próximos meses para entender mejor el comportamiento de Craspedacusta sowerbii y sus efectos en la fauna y los ecosistemas locales.