Un equipo de biólogos del Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio) y otras instituciones científicas identificó la presencia de medusas de agua dulce en arroyos de Misiones, un fenómeno inusual y potencialmente importante para la ecología regional. Este hallazgo, confirmado en 2022 y 2023 en los arroyos Del Saltito y Cazador, despertó interés por su novedad y porque algunos bañistas reportaron lesiones leves tras el contacto con estos organismos.
Cecilia Miranda, bióloga del IMiBio y una de las investigadoras a cargo en diálogo con el programa “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5, explicó que los estudios se iniciaron luego de que personas que frecuentaban los arroyos presentaran “roncchitas y varias lesiones cutáneas tras sumergirse en el agua”.
Los testimonios llevaron a que equipos de investigación se trasladaran a los puntos mencionados y verificaran la presencia de medusas en el arroyo Del Saltito, afluente del río Uruguay, y en el arroyo Cazador, que desemboca en el Paraná. Según Miranda, esto generó una “incógnita flotando en el aire” sobre cómo las medusas podrían haber llegado a cuencas tan distintas.
La especialista explicó que aunque el contacto con estas medusas no es letal, las investigadoras extrajeron muestras para evaluar la toxicidad de los organismos y analizaron sus efectos en humanos y potenciales interacciones en el ecosistema. “Las medusas en sus tentáculos tienen células con unos pinchos microscópicos llamados nematocistos, que pueden generar urticaria al contacto con la piel humana”, comentó Miranda, quien explicó que este efecto se traduce en ronchas y ardor, similares a lo que se experimenta al contacto con algunas especies de medusas de mar.
Los ejemplares, descritos como «medusas minis», tienen un tamaño de entre 2 y 4 centímetros, y son visibles en la superficie de aguas poco profundas. Al pasar una mano sobre ellas, tienden a descender unos centímetros y luego vuelven a la superficie. Este comportamiento hizo posible que una joven de San Ignacio detectara algo inusual en el arroyo Cazador y alertara al equipo de IMiBio, según explicó Miranda.
El contacto con estos tentáculos puede provocar una respuesta tóxica que se manifiesta en dermatitis y otros efectos adversos en la piel. El equipo de investigación, que incluyó expertos del Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT) y el Instituto Nacional de Limnología, destacó que los casos reportados de personas lesionadas tras nadar en arroyos infestados con Craspedacusta sowerbii fueron claves para comprender la capacidad invasora de esta medusa y sus efectos en la salud humana.
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La bióloga señaló que uno de los grandes interrogantes del estudio es comprender los factores ambientales que han favorecido la aparición de estas especies en arroyos misioneros, ya que aún no está claro si la temperatura, el flujo de nutrientes o posibles contaminantes están contribuyendo a su proliferación.
“Aparecieron en enero, febrero y marzo de 2022, y nuevamente en 2023, lo que podría sugerir una correlación con la temperatura. Sin embargo, los datos aún no son concluyentes”, sostuvo Miranda. Además, destacó que, al tratarse de una especie invasora, se desconoce si los predadores locales los incluirán en su dieta o cómo afectarán a las poblaciones de zooplancton en estos cuerpos de agua.
Una hipótesis planteada sobre la llegada de estas medusas al sistema hídrico de Misiones sugiere que podrían haber sido transportadas por el agua de lastre de embarcaciones de gran tamaño. Esta suposición se basa en otros casos de especies invasoras, como el mejillón dorado, que llegó a los ríos argentinos desde Asia. No obstante, Miranda subrayó que este es solo uno de los muchos aspectos por investigar, ya que la dinámica de dispersión de las medusas difiere de la de otros organismos.
Por otro lado, en vistas de la llegada del verano y de la afluencia de las personas a los cursos de agua dulce para aplacar el calor, la especialista solicitó a la ciudadanía que si al acercarse a algún arroyo sienten en la piel ese tipo de reacciones se comuniquen directamente con el IMiBio para poder hacer el seguimiento de los lugares donde se encuentran presentes las medusas “de igual manera, es muy importante destacar que si las ronchas aparecen por la medusam tuvieron que haber visto a la medusa”. El correo de contacto es contactoimibio@gmail.com