El 21 de marzo se celebró el Día Mundial del Síndrome de Down, fecha designada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 2011 con el propósito de aumentar la conciencia pública sobre esta condición y destacar la valiosa contribución de las personas con Síndrome de Down a nuestras comunidades. La elección de la fecha, el 21 del tercer mes, simboliza la trisomía del cromosoma 21, la alteración genética que caracteriza al Síndrome de Down.
La capital provincial se suma a la conmemoración de la fecha con una serie de actividades planificadas para el día domingo 24 de marzo en la Cascada de la Costanera de Posadas a partir de las 17:30. Esta jornada ofrecerá una oportunidad para promover la inclusión a través de una feria, stands informativos, espacios de recreación y números artísticos, donde se celebrarán los logros y derechos de las personas con discapacidad bajo el lema «Nos decidimos por una sociedad que incluye».
Esta iniciativa se lleva adelante gracias a la organización de la Asociación Síndrome de Down Actividades Inclusivas (ASDAI) y la colaboración del Consejo Provincial de Discapacidad de Vicegobernación, la Comisión de Niñez, Género, Familia, Juventud, Discapacidad y Personas Mayores de la Cámara de Representantes de Misiones y la Dirección de Discapacidad de la Municipalidad de Posadas.
Realidad y resiliencia
El Síndrome de Down es parte de la condición humana desde siempre, presente en todas las regiones del mundo y con efectos variados en los estilos de aprendizaje, las características físicas y la salud de quienes lo poseen. Ocurre cuando hay una alteración genética en el cromosoma 21, donde se presenta material genético extra. Existen tres tipos de síndrome, trisomía regular, sucede en el 90% de los casos, trisomía mosaico, caracterizado por un porcentaje variado de células con trisomía y un porcentaje variado de células normales, y trisomía por translocación, se da cuando un par de cromosomas extra se adhieren a otro.
Las personas con síndrome de Down muestran algunas características comunes pero cada individuo es singular, con una apariencia, personalidad y habilidades únicas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la importancia de la autonomía e independencia individual de las personas con Síndrome de Down, incluida la libertad de tomar sus propias decisiones. Este enfoque resalta el mensaje “Con nosotros, no para nosotros”, que ampara por un modelo de discapacidad basado en los derechos humanos, en lugar del modelo caritativo obsoleto que veía a las personas con discapacidad como objetos de lástima y dependientes de la ayuda de otros.
La atención adecuada a la salud, los programas de intervención temprana y la enseñanza inclusiva, así como la investigación pertinente, fueron para el crecimiento y desarrollo de las personas con esta condición ya que ocurre aproximadamente en 1 de cada 691 nacimientos y la mayor recurrencia de nacimientos con esta condición se da en mujeres que se embarazan después de los 35 años de edad.
Además, quienes padecen este síndrome suelen enfrentar más problemas de salud en general, pero los avances sociales y médicos mejoraron significativamente su calidad de vida. A principios del siglo XX, la expectativa de vida de las personas con Síndrome de Down era de menos de 10 años. Hoy en día, cerca del 80% de los adultos con esta condición superan los 50 años de edad.
(Fuentes: Organización Mundial de la Salud, Naciones Unidas)