Este martes se conmemoró un nuevo aniversario del “caso Roswell”, incidente ocurrido en Estados Unidos que dio origen al fenómeno OVNI a nivel mundial.
En este sentido, el Comodoro (r) Rubén Lianza, director del Centro de Identificación Aeroespacial (CIAE), dialogó con Radio Up 95.5 y brindó detalles del trabajo realizado por el organismo en materia de objetos voladores no identificados.
“El CIAE es un organismo de interpretación de imágenes, cuya creación se dio con el fin de poder identificar, en rango óptico, todo lo que hay en el horizonte hacia arriba, algo crucial para las tomas de decisiones tanto en tiempo de paz como en tiempo de conflicto”, comentó.
Según explicó Lianza, por ejemplo, “la orden de interceptar a un objeto que sea inalcanzable por los aviones interceptores sería mejor fundamentada si primero se lo identifica ópticamente y se ve que realmente es un globo estratosférico que está muy por encima del alcance del interceptor y es ahí donde reside la importancia del CIAE”.
“Es un organismo que rápidamente puede constituirse en un centro de filtraje en tiempo de conflicto, para análisis de fotos, videos, desde el horizonte hacia arriba”, añadió.
De igual manera, Lianza apuntó que existe una tarea secundaria para el CIAE.
“Hasta el año 2019 la Fuerza Aérea se encargaba del estudio de fenómenos aeroespaciales. Sin embargo, gracias a la incorporación de software muy potentes y herramientas de análisis, hicieron que se pudiera readecuar el organismo, dándole el nombre que hoy en día tiene y su propósito”, indicó.
En este sentido, Lianza señaló que “no todo objeto volador no identificado puede ser de origen alienígena. Es por eso que desde el CIAE nos encargamos de investigar a fondo cada avistaje”.
Para ello, indicó que cuentan con dirección e-mail “a la cual cualquier ciudadano civil, militar, aviador u hombre de a pie, puede mandar cualquier material que tenga, desde fotos, videos o restos materiales, cualquier tipo de evidencia y un formulario que tiene que estar llenado, por lo menos, con los datos obligatorios”.
“Con esos dos elementos podemos dar de alta el caso para análisis, porque necesitamos tanto la evidencia como el testimonio de la persona. Nosotros tenemos que saber dónde lo vio, a qué hora lo vio, hacia qué rumbo y con qué altura. Esos datos son cruciales para nosotros poder ir descartando hipótesis de causas naturales”, explicó Lianza.
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Por otra parte, el Comodoro (r) reveló que, en lo que va del año, “ya llevamos recibidas más de 30 denuncias, de las cuales ya resolvimos unas 20”.
Además, explicó que, aquellas que no son resueltas “son porque está faltando el formulario o la fotografía. Nosotros necesitamos un objeto de estudio para analizar, por lo que el testimonio no se considera así, sino que son datos complementarios. El objeto de estudio definitivamente es la foto, porque somos un organismo de interpretación de imágenes”.
De igual manera, señaló que “la época de vacaciones es cuando mayor número de denuncias recibimos. No porque los fenómenos sean más frecuentes, sino porque hay más gente haciendo turismo por todo el país y tiene más tiempo de fotografiar el paisaje y de mirar el cielo.
A su vez, reveló que durante la pandemia, el número de casos aumentó exponencialmente debido al encierro de las personas.
“Tuvimos muchos casos donde la gente desde la casa, por el mismo encierro y aburrimiento, subía a la terraza, se asomaba al balcón y miraba al cielo con más frecuencia que cuando estaba en la vorágine de tener que ir a trabajar”, comentó Lianza.
Por último, sostuvo que hasta el momento, “todas las denuncias han tenido explicación”.
“Hemos detectado por lo menos siete géneros de causas que son completamente inconexas entre sí, es decir, causas biológicas o atmosféricas, las cuales dominan el 40% de la estadística”, completó.
