Esta fecha se estableció en memoria de cinco bomberos que perdieron sus vidas mientras luchaban contra un devastador incendio forestal en Canadá en 1998. Este evento, junto con otros sucesos similares en todo el mundo, inspiró un movimiento global para honrar a estos héroes y reconocer su sacrificio.
Aunque el Día Internacional del Bombero se celebra el 2 de junio, el 4 de mayo se reserva específicamente para honrar a los bomberos forestales, quienes enfrentan peligros extremos para extinguir incendios que amenazan las áreas naturales.
La elección del 4 de mayo coincide con la festividad de San Florián, patrón de los bomberos en Europa, quien fue reconocido como el primer comandante conocido de un escuadrón de bomberos en el Imperio Romano y perdió la vida en el cumplimiento de su deber.
El origen de esta celebración se remonta a un incendio forestal en Linton, Australia, donde cinco bomberos perdieron la vida en el cumplimiento de su deber. Desde entonces, este día se ha convertido en un tributo a los bomberos de todo el mundo, cuyo valor y dedicación son fundamentales para la seguridad de la comunidad, a menudo arriesgando sus propias vidas en el proceso.
Aunque la fecha de celebración puede variar en diferentes países, el papel esencial de los bomberos va más allá de combatir incendios. Su formación abarca una amplia gama de habilidades, desde el manejo de materiales peligrosos hasta el rescate de personas atrapadas en accidentes. Su labor también incluye la prevención de incendios y la sensibilización de la comunidad sobre la seguridad.
En este día de conmemoración, rendimos homenaje a los valientes bomberos forestales de Argentina y del mundo, quienes enfrentan condiciones extremas para combatir los incendios y preservar el medio ambiente. Su labor no solo es un acto de valentía sino también un servicio esencial para la protección de la biodiversidad y la seguridad de las personas.