Fue establecido en 2018 durante la COP14, con auspicio de la ONU, para conmemorar a esta especie que en guaraní significa “verdadera fiera”. En Argentina se cree hay alrededor de 250 ejemplares.
El felino más grande de nuestro país está en peligro crítico de extinción, por eso los días 29 de noviembre se celebra el Día del Yaguareté, para concientizar sobre la conservación de la especie y poner en valor el importante rol que posee para el ambiente, el bienestar y la salud de los ecosistemas y de las personas en las áreas donde habita.
Agustín Paviolo es coordinador del Proyecto Yaguareté y científico del Conicet, en diálogo con el programa “La Primera Vuelta” de Radio Up 95.5 expresó, “hay dos tipos de pantera que son dos especies distintas, uno es nuestro yaguareté, que algunos individuos pueden ser negros, melánicos, que se llaman en el lenguaje técnico, es decir que tienen mucha más melanina que el resto y se vuelven casi completamente negros”.
Originalmente, el yaguareté habitaba desde el norte de la Patagonia hasta las provincias del norte de Argentina. Sin embargo, el hábitat natural, y por ende su población, fueron drásticamente reducidos y/o alterados. En la actualidad se estima que en nuestro país habitan 250 yaguaretés en las yungas (Salta y Jujuy), Misiones, y la región del Gran Chaco (Chaco, Formosa y Santiago del Estero). Sin embargo, poco menos de la mitad viven en la selva misionera, que es la porción argentina del Bosque Atlántico, donde se mantiene una población de 93 yaguaretés. Se estima que quedan menos de 20 individuos distribuidos entre las provincias de Chaco, Formosa, Salta y Santiago del Estero.
“En Argentina la especie es críticamente amenazada, está realmente en peligro de extinción, como decimos. Quedan tres poblaciones silvestres en el norte del país. y una de ellas es en la provincia de Misiones y áreas vecinas de Brasil, como el Parque Nacional de Iguazú de Brasil. Esa población la venimos estudiando hace más de 20 años y bueno, tuvo una caída importante poblacional a fines del siglo pasado y cuando empezamos nuestro estudio, encontramos que había unos 40 individuos”, explicó Paviolo.
El especialista además remarcó la importancia de la concientización diciendo que, “hay que hacer un trabajo de concientización, la gente debe entender que realmente no es algo divertido cazar animales, sobre todo animales en peligro de extinción, que tienen un efecto muy grave en la conservación de esa especie y del ecosistema en general”.
“En la provincia de Misiones lo que tenemos es una población que se reproduce muy bien, o sea tenemos muchísimos registros de hembras con cachorros, por lo cual el nacimiento o la llegada de individuos a esta población no es un problema, el problema que tenemos es que hay una extracción de estos individuos porque se los mata, entonces hemos hecho distintos análisis, distintos escenarios de acciones de conservación y todo nos indica que lo que tenemos que hacer es controlar la pérdida de individuos más que largar individuos que son criados en cautiverio porque eso es realmente muy costoso”, dijo Paviolo.
La conservación exitosa del yaguareté es fundamental para mantener los bosques saludables, las reservas de carbono, la biodiversidad, la disponibilidad de agua y el patrimonio natural y cultural, entre otros. Además, también ayuda a diversificar las oportunidades económicas para las comunidades locales y contribuyen a mitigar y adaptarse al cambio climático global. Por ello, su conservación y la de su hábitat protegen indirectamente a otras especies de flora y fauna, y permite generar las condiciones de una naturaleza sana para las personas.