El Día de la Soberanía Nacional conmemora la Batalla de la Vuelta de Obligado, que tuvo lugar el 20 de noviembre de 1845, en un meandro del río Paraná al norte de la Provincia de Buenos Aires. La batalla fue un enfrentamiento clave en la defensa de la soberanía argentina durante la época de la Confederación Argentina.
¿Por qué se llama la Soberanía Nacional?
Ese día, fue cuando, tras librarse la batalla, se ratificó y garantizó la soberanía y hasta el día de hoy se mantiene como un importante símbolo de “independencia, libertad y unidad nacional”, logrando mantener el control sobre la navegación de los ríos.
Los hechos se desarrollaron a partir de la guerra de Buenos Aires contra Montevideo y Corrientes en el marco del enfrentamiento civil entre unitarios y rosistas. Juan Manuel de Rosas recibió el ultimátum para terminar el conflicto y permitiera la libre navegación de los ríos.
Entonces, en noviembre de 1845 comenzó el bloqueo anglo-francés y, cuando las tropas se disponían a avanzar por el río Paraná, sobre el que Rosas ordenó que se realizara un bloqueo y Lucio N. Mansilla preparó la emboscada.
En la Vuelta de Obligado del Río Paraná se libró la batalla durante siete horas, con muchas bajas para el ejército nacional, que habían tendido gruesas cadenas a lo ancho del río para frenar el avance, en el distrito bonaerense de San Pedro.
En consonancia con esto el doctor en historia Carlos Gutiérrez, en diálogo con “Primera Vuelta” por Radio Up 95.5 explicó que, “el punto en cuestión fue la posibilidad de que barcos internacionales, de cualquier nación del mundo ingresaran al Paraná sin permiso de la Provincia de Buenos Aires, gobernada por Rosas. Rosas no quería eso, consideraba que los ríos no eran abiertos y no eran internacionales porque tenía la delegación de las relaciones exteriores de parte de las provincias. Pero como los ríos transitaban entre estados que se pueden considerar independientes, la experiencia de derecho internacional indicaba que podían ser considerados internacionales. No hubo mucho tiempo a la discusión y una flotilla anglo-francesa reclamó la apertura, Rosas no se la dio, entonces bloquearon el río, bloquearon Buenos Aires y inmediatamente ingresaron con la flotilla por el Paraná a la fuerza, digamos, con una parte militar y un montón de barcos que no solo eran anglo-franceses sino también de otras naciones, con mercancías esperando tentar a la población con el atractivo del comercio”.
“Fue políticamente incorrecto que las potencias extranjeras a la fuerza intentaran abrir el Paraná a la navegación. incluso no tuvieron éxito con sus mercancías para ser vendidas en el litoral, eso fue una cosa bastante curiosa. Y entonces después de vinieron las desinteligencias entre los franceses y los británicos, los británicos se retiran del bloqueo, entonces, de todos modos, esto duró dos años y medio y en el último tramo ya los franceses solos terminan cediendo, se hace un tratado, se niega la posibilidad de que los ríos sean internacionales”, dijo Gutiérrez.
En contraposición con esto, el historiador y comunicador de nacionalidad paraguaya Fabian Chamorro en diálogo con “Primera Vuelta”, explicó que, “para 1845 gobernaba Paraguay, Carlos Antonio López, el padre de Francisco Solano López. Era fundamental, de hecho, el principal motivo de las diferencias con Buenos Aires era justamente la navegabilidad de los ríos Paraná y Paraguay. Cuando la Confederación Argentina reconoció la independencia de Paraguay en julio del año 1852, recién a partir de ahí es que Paraguay pudo disponer de los ríos internos como para poder salir al mundo”.
Con respecto al actual conflicto existente con respecto a la hidrovía Paraná-Paraguay, el historiador dijo que, “para Paraguay es fundamental, para la economía. Es nuestra única vía de salir al océano, desde la zona atlántica. Y si nos cierran esa vía, prácticamente nos aíslan”, aseguró.