Este jueves, la asociación empresaria del Grupo Zbikoski anunció la normalización del servicio antes de que la UTA decretara el levantamiento de la huelga por incumplimientos salariales de las empresas del monopolio del transporte. El oficialismo kirchnerista actuó a 48 horas de las PASO, previendo un “voto bronca” el 13 de agosto.
Este domingo se desarrollarán en todo el país, las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y en las principales ciudades de Misiones, hasta este jueves, no se sabía si iba a haber transporte urbano de pasajeros, el día de los comicios. Es que el paro de los choferes de las empresas Don Casimiro, Tipoka, Next, Tipoka (Guacuarí), Nuestra Señora del Rosario, entre otras, que conforman el Grupo Zbikoski, iniciado el martes a las 0 horas, amenazaba con prolongarse inclusive hasta el día de las trascendentales elecciones. Y esto habría sido catastrófico en términos electorales, para el oficialismo provincial y nacional, que en Misiones promueven las candidaturas del vicegobernador Carlos Arce –como senador nacional– y del concejal de Posadas, Daniel Vancsik –como diputado nacional–, siendo que este último preside la Comisión de Transporte del HCD capitalino.
Pasados los dos días y medio de un paro decretado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), afectando a todas las líneas de las empresas del Grupo Z, que están nucleadas en la asociación de los Empresarios Unidos del Transporte Automotor (EUTA), en Posadas sólo circulaban –y con saturación de usuarios– colectivos de la empresa Bencivenga/Río Uruguay. Es decir, los de las líneas 14, 16, 23 y 28, que representan menos del 5% de las líneas de colectivos del Gran Posadas.
Era una situación políticamente insostenible para los funcionarios y candidatos del Frente Renovador de la Innovación Federal –Vancsik en especial, por su rol en el transporte público de Posadas– que compiten este domingo en las PASO, impulsando la candidatura presidencial de Sergio Massa. De persistir la huelga, el impacto electoral del llamado “voto bronca” sería aún más fuerte contra el oficialismo.
El comunicado de la EUTA, anunciando el fin de la medida de fuerza de la UTA
Así pues, alrededor de las 10 de la mañana y sin que se reanude el servicio, desde la EUTA emitieron un comunicado en el que afirman que el gobierno de Misiones giró fondos de subsidios que le correspondían a la Nación –y que el gobierno nacional adeuda todavía– con lo cual los choferes recibirán sus aumentos salariales y bonos reclamados. “Con este aporte las empresas realizarán los pagos que permitan reiniciar los servicios inmediatamente (…) Agradecemos a las autoridades que hicieron posible esta solución que nos permite continuar con nuestro compromiso de brindar movilidad a los misioneros”, cierra el escueto comunicado que, como era de esperarse, no habla de los montos recibidos.
El comunicado de los empresarios del Grupo Z, que “agradece” las gestiones del gobierno renovador, se conoció antes de que el gremio UTA, confirme el levantamiento de la medida de fuerza. Más allá de las suspicacias que surgen porque la patronal (el Grupo Z) anuncia el levantamiento de la medida de fuerza del gremio, el comunicado deja en evidencia que el gobierno provincial transfirió al grupo de empresas que monopoliza el transporte urbano en Posadas, Garupá, Candelaria, Oberá y Eldorado, una suma considerable para subsanar el conflicto, al menos por este mes, a días de las PASO.
Lo que pedían los choferes y la respuesta del grupo empresario
Lo que reclamaba la UTA era un “reajuste del sueldo salarial con la nueva escala” y un “bono salarial prometido”. En concreto, reclaman un aumento escalonado para que los salarios básicos de los choferes alcancen los $348.800 (julio), $380.192 (agosto) y $414.409 (septiembre). El gremio solicita también un aumento en los viáticos: $1.997 (julio), $2.176 (agosto) y $2.372 (septiembre).
En contraparte, a principios de julio, el Grupo Z a través de la EUTA argumentó que no pueden cumplir con los aumentos hasta que el gobierno nacional no transfiera fondos pendientes de la resolución 361/2023 y que “genere de forma inmediata, el pago de los fondos compensadores retenidos”. Para entonces, Nación aún no había abonado los fondos de compensación correspondientes a mayo, según la EUTA.
Por otra parte, vale destacar que la intervención del gobierno provincial en el conflicto, también desactivó una marcha de usuarios del transporte urbano autoconvocados de Posadas, que iba a desarrollarse este jueves, si persistía el estrago y daño vinculado al paro del transporte. Cientos de miles de usuarios se vieron afectados en las principales ciudades misioneras por la huelga de choferes que surgió a raíz del incumplimiento salarial de las empresas del Grupo Z.
La multimillonaria facturación que manejaría el Grupo Z
Ahora bien, la supuesta falta de liquidez o de recursos para hacer frente a los incrementos salariales de los choferes, queda en entredicho al analizarse la fenomenal facturación diaria que manejan las empresas del Grupo Zbikoski, que también controlan a Servicios Urbanos SA, la firma encargada de la venta de boletos prepagos a través de las tarjetas SUBE Misionero y de la billetera virtual SUBI.
Sólo como pista de la facturación que maneja el Grupo empresario, basta recordar lo que dijo el CEO Marcelo Zbikoski, el 22 de mayo del 2020, a una conocida radio posadeña. En tiempos en que se había dispuesto la reducción de la cantidad de personas transportadas por ómnibus para prevenir contagios del coronavirus (Covid-19), el CEO del Grupo Z, declaró sin tapujos que habitualmente transportaban a “110 mil pasajeros”, y que, por entonces, en plena pandemia no pasaban de los “8 mil pasajeros diarios”.
Así pues, si las empresas del Grupo Z transportan 110 mil pasajeros por día en el Gran Posadas, teniendo en cuenta un mínimo de dos viajes por pasajeros, la facturación mínima a la fecha rondaría los $19.800.000, es decir, 220 mil pasajes por $90 cada uno. Si bien hay una proporción importante de usuarios que no pagan el boleto –estudiantes, jubilados, policías–, las empresas reciben pagos del Estado misionero por ese transporte “gratuito”.
Sin mencionar que el pago en dinero físico no es menor, por la falta de puntos de recarga SUBE Misionero, la no emisión de nuevas tarjetas y los problemas con el pago por QR (Subi) que depende de teléfonos con conectividad. Y que muchos usuarios toman más de dos colectivos diarios o que viajan desde Garupá y Candelaria a Posadas y viceversa, a costos más altos que los $90 del boleto prepago urbano.
Con una facturación diaria de no menos de $10 millones, $15 millones o $20 millones –sólo en el Gran Posadas–, resulta inverosímil que las empresas del Grupo Z no hayan contado con recursos para pagar los aumentos salariales y bonos que reclamaban los choferes. Sin embargo, no pagando, empujarían al gremio a lanzar un paro a días de las PASO en Misiones.