El consumo de carne vacuna en Argentina experimentó un marcado descenso debido a la creciente escalada inflacionaria que afecta al país. Los precios al público podrían registrar un nuevo incremento del 10% en febrero, exacerbando la situación.
Ante este panorama, los productores de pollos y cerdos vislumbran una oportunidad para ganar terreno en la dieta cárnica de los argentinos. En un contexto inflacionario donde el rubro alimentario ha sido uno de los más afectados, las carnes rojas continúan encareciéndose, mientras que el cerdo emerge como una opción competitiva y el pollo se vuelve más accesible para los bolsillos con menor poder adquisitivo.
Expertos señalan que el aumento de precios en la carne vacuna se debe a varios factores, incluyendo el fin de un ciclo de liquidación de ganado que se extendió hasta fines de 2023, la liberación de exportaciones y el proceso inflacionario en curso.
Víctor Tonelli, consultor privado en ganadería, destaca que el índice del mercado del novillo se ha ajustado significativamente desde el año anterior, lo que ha contribuido al alza de los precios. Asimismo, se observa un cambio de ciclo ganadero, con un inicio de retención o recuperación de rodeos luego de un prolongado período de liquidación que resultó en la pérdida de millones de cabezas durante el año anterior.
El presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (CICCRA), Miguel Schiaritti, menciona que el récord en las exportaciones de carne en enero se debe tanto a la producción de ese mes como al aprovechamiento de la carne producida en diciembre, cuando aún existían restricciones a las exportaciones.
En cuanto al consumo interno, se registra una importante disminución, reflejando una caída del poder adquisitivo y del volumen de consumo por habitante. Los precios actuales de la carne vacuna se mantienen elevados y se espera un aumento del 10% en febrero, lo que agudizará la situación.
Según Sergio Pedace, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores, el precio de la carne vacuna seguirá influenciado por factores como el valor del dólar, las exportaciones y la disponibilidad de ganado en el país. Sin embargo, debido a la sequía y la reducción en la cantidad de terneros y hembras, se espera que la recomposición del rodeo lleve al menos un año y medio o dos.
En resumen, el mercado de la carne vacuna en Argentina enfrenta desafíos significativos debido a la escalada inflacionaria, lo que ha llevado a un importante cambio en los hábitos de consumo de la población y ha generado incertidumbre en el sector ganadero.