La Academia venció 2 a 0 al Xeneize ante su gente por la cuarta jornada del Torneo Apertura y es escolta de Argentinos Juniors, mientras que el Monumental fue testigo del triunfo por 2-0 del Millonario sobre el Rojo en el marco de la fecha 4 del Apertura 2025, gracias a los goles de Facundo Colidio.
Por la cuarta jornada del Torneo Apertura, Racing venció 2 a 0 a Boca en el Cilindro de Avellaneda con goles de Luciano Vietto y Adrián Martínez.
La primera chance clara fue para Boca luego de un cabezazo de Ayrton Costa, la Academia abrió el marcador a los 15 minutos, luego de una avivada por parte de un alcanzapelotas y un polémico lateral de Gastón Martirena -lo sacó al menos quince metros más adelante- por lo que debió ser anulado.
Ya en la segunda etapa, con el ingreso de Exequiel Zeballos por Alan Velasco y una actitud un poco más ofensiva, el conjunto de Fernando Gago emparejó el partido y generó algunas situaciones como para empatarlo. La más clara fue una doble chance que primero tuvo un zurdazo de Edinson Cavani devuelto por Gabriel Arias y luego otro disparo de zurda, en este caso de Juan Barinaga, que se fue por encima del travesaño.
Los últimos minutos tuvieron de todo, y uno de los grandes protagonistas fue el árbitro, Yael Falcón Pérez. En primera instancia debió haber expulsado a Gastón Martirena, que tenía amarilla y le pegó en el tobillo a su compatriota Marcelo Saracchi y minutos después no pitó un penal en una internada de Frank Fabra en el área rival. El colombiano reclamó un empujón de Juan Nardoni, quien tocó la pelota con la mano. El colegiado fue llamado por Germán Delfino, encargado del VAR, pero mantuvo su decisión y no sancionó la pena máxima, insólito.
A los 41 minutos de la segunda etapa, Adrián Martínez anotó el segundo tanto y liquidó el encuentro.
River firme en el Monumental
River se hizo fuerte en la segunda etapa y logró vencer 2-0 a Independiente en el marco de la cuarta fecha del Apertura 2025, quedándose gracias a los goles de Facundo Colidio con un clásico clave por los primeros puestos de la Zona B.
El equipo de Marcelo Gallardo logró superar los murmullos de la etapa inicial para que los tres puntos se queden en el Monumental.
El Millonario logró disipar las dudas que se generaron en la igualdad sin goles ante San Lorenzo, y tras un primer tiempo olvidable logró encontrar respuestas en el banco de los suplentes que le permitieron sostener su invicto, poniéndole un freno a un Rojo que no logró aprovechar las ocasiones que tuvo en los primeros 45 minutos.
Pese a que el dueño de casa comenzó haciéndose fuerte en el campo del Rey de Copas, la escuadra de Julio Vaccari se adueñó con el encuentro para el ecuador del primer tiempo aunque la fortuna no estuvo de su lado, ya que Gabriel Ávalos -intratable a la hora de pivotear- no logró cambiar sus ocasiones por gol.
Marcelo Gallardo metió mano en el entretiempo y esas modificaciones fueron lo que destrabaron el pleito a su favor, ya que los ingresos de Milton Casco y Santiago Simón por Marcos Acuña y Rodrigo Aliendro fueron lo que terminaron por torcer la historia.
El envión anímico que provocaron las variantes llevó a la apertura del marcador con tan solo seis minutos en el reloj de juego, donde tras una construcción en la banda derecha Gonzalo Montiel envió un centro que Facundo Colidio cambió por gol al lanzarse de palomita, un tanto que trajo la tan deseada tranquilidad a Núñez.
La apertura del marcador hizo que la River controlara las acciones y se acercara más a su segundo grito que Independiente al descuento, aunque Julio Vaccari tomó una página del libro de Gallardo y con el correr del encuentro -con su lógica cuota de desesperación- empleó variantes que le permitieron coquetear con el empate, aunque sin ocasiones claras que inquietaran la valla de Franco Armani.
Lanzado Independiente completamente al ataque es que Milton Casco logró interceptar un envío cruzado, el inicio a una heroica jugada del defensor que salvó la pelota en puntas de pie sobre la línea para evitar el lateral y lanzar un centro a Colidio, que con gran clase picó la pelota sobre Rodrigo Rey.
Así terminó por liquidar la historia a los 46 minutos del encuentro. Un gol que se gritó con alma y vida al confirmar el nuevo triunfo en el clásico al marcar el 2-0 que se volvería definitivo pocos minutos más tarde.
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