La Liga Posadeña de Fútbol, que venía permitiendo el fútbol mixto en sus categorías infantiles, decidió discontinuar esta modalidad, siguiendo directrices del Consejo Federal de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
La noticia cayó como un balde de agua fría para muchas niñas que disfrutaban de competir junto a los varones. Uno de los padres de las niñas afectadas, Hugo Roa, dialogó con este medio y explicó cómo esta decisión impactó a su hija y a otras jóvenes jugadoras.
“Por el momento se solucionó, hasta fin de año”, asegura Roa, refiriéndose a la prórroga que permitirá a las niñas seguir jugando en equipos mixtos hasta diciembre. Sin embargo, el problema de fondo está lejos de resolverse.
“El Consejo Federal de AFA bajó el lineamiento de que, de manera competitiva, ya no puede haber más fútbol mixto en infantiles, determinando que se deben crear las ligas infantiles femeninas”, explicó.
El cambio, naturalmente, generó malestar, especialmente porque se implementó sin un proceso de transición adecuado. Roa contó que, en la reunión con la dirigencia de la Liga Posadeña, se les informó que “venían avisando a los delegados de comienzo de año”, pero muchos clubes no comunicaron esta situación a los padres.
Ante esto, los padres decidieron luchar y lograron que se permitiera a las niñas seguir compitiendo, aunque con condiciones. “Peleamos y bueno, logramos que puedan volver a jugar, pero con una autorización del juzgado que nosotros nos hacemos cargo de todo, de cualquier cosa que pase”.
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Sin embargo, el impacto emocional en las niñas fue significativo. En este sentido, Roa recordó un momento particular con su hija: “Cuando le dije el viernes antepasado que no iba a poder jugar el sábado, lloró de tristeza”. Afortunadamente, se llegó a un acuerdo temporal, pero la situación sigue siendo incierta para el próximo año.
Desde la Liga y los clubes, el plan es organizar ligas femeninas infantiles. “Tienen que conformar la liga infantil femenina”, mencionó Roa. En algunos clubes ya comenzaron a trabajar en este objetivo. “En Atlético Posadas, por ejemplo, en la categoría 2014, donde juega mi hija, hay solo cuatro nenas”, explicó. “Si no se suman más chicas, no vamos a poder presentar equipo y tendremos que buscar otro club”.
La creación de una liga femenina podría tener un impacto positivo a largo plazo, pero el desafío está en atraer suficientes jugadoras para conformar equipos competitivos. La falta de información y la improvisación en el proceso de transición fueron los principales obstáculos. “También entendemos a la liga, que ellos se tienen que acomodar a los lineamientos que les bajan”, reconoció Roa, mostrando comprensión por las dificultades de implementar estos cambios.
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